Los sindicatos de Iberia decidieron ayer por la tarde desconvocar la huelga prevista para los días 14, 17, 18, 19, 20 y 21 de diciembre, a pesar de no haber llegado a ningún acuerdo con la compañía después de ocho horas de reunión.
Sin embargo, la amenaza de huelga en la aerolínea no ha desaparecido, sólo se ha pospuesto hasta después de las fechas navideñas, ya que los representantes de los trabajadores prevén volver a reunirse hoy para estudiar un nuevo calendario de paros a partir de enero.
De hecho, el único motivo que han esgrimido los sindicatos para no llevarlos a cabo en diciembre es no tomar como rehenes a los ciudadanos en plenas Navidades, no que desistan de su objetivo.
"Hemos decidido desconvocar los paros atendiendo a las fechas en las que estamos (...) no queremos hacer daño a los pasajeros en una cuestión que es única y exclusiva responsabilidad de Iberia", dijo un portavoz del sindicato USO a Reuters.
"Hemos atendido a la llamada de la ministra de Fomento y a la situación del país y hasta enero, en función de si sigue o no el desacuerdo, no nos plantearemos nuevas acciones", añadió.
Fuentes próximas a las negociaciones han asegurado a lainformacion.com que ha sido crucial la labor del SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) para levantar la amenaza de un paro en vísperas de vacaciones.
Desde Iberia, aunque se felicitan por la desconvocataria de la huelga, recuerdan que el daño ya está hecho, porque desde el mismo momento en que se puso la Espada de Damocles sobre la cabeza de estas festivas fechas, se cayeron las reservas y la compra de billetes.
Aunque desde la aerolínea declinan aportar datos concretos, aseguran que los aviones en esas fechas van vacíos, porque la mera amenaza de los paros ha hecho que los ciudadanos hayan optado por comprar sus billetes en otra compañía.
Pérdidas para la aerolínea
Diferentes fuentes cifran entre 20 y 30 millones de euros de números rojos el impacto que tiene para la compañía los seis días de huelga, un dinero que a pesar de la desconvocatoria, desde la aerolínea se da por perdido.
No obstante, y con la vista puesta en que la historia no se vuelva a repetir en enero, Iberia volverá a convocar hoy las mesas de negociaciones con los representantes de los trabajadores y mantiene sobre la mesa su propuesta de negociar todo el plan de ajuste y que contempla el recorte de 4.500 empleos.
Las condiciones del ERE, la segregación de las actividades de handling y mantenimiento, y el futuro de Iberia Express son tres de los puntos más polémicos que están sobre la mesa de negociaciones.
Sin embargo, desde la aerolínea critican que, a pesar de su disposición a negociar, siempre y cuando las alternativas le permitan ganar los previstos 300 millones en 2015, los sindicatos todavía no le han presentado una propuesta concreta.
Éstos, por su parte, replican que son conscientes de que deben mejorar la productividad y flexibilizar los salarios, pero se mantienen firmes en acusar a Iberia de estar desmantelando la compañía en favor de British Airways, aerolínea con la que se fusionó hace tres años y dio lugar a IAG.
Iberia registró en los primeros nueve meses del año un resultado de explotación negativo de 262 millones de euros y prevé cerrar el ejercicio con unas pérdidas de 300 millones.
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