En la semana cerrada el 7 de agosto, las reservas comerciales cayeron 1,7 millones de barriles a 453,6 millones. Expertos consultados por la agencia Bloomberg esperaban una caída de 2 millones.
En contraste, el repliegue de la existencias estadounidenses fue mayor a los 800.000 barriles que había estimado el martes la organización profesional American Petroleum Institute (API).
Las reservas de gasolina bajaron 1,3 millones de barriles, más de los 675.000 estimados por los analistas de Bloomberg. API no había hecho ninguna estimación al respecto.
Los stocks de destilados, entre ellos el diésel, aumentaron 3 millones de barriles cuando los expertos de Bloomberg no esperaban más que un aumento de 1,05 millones. API tampoco hizo estimaciones sobre esas existencias.
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