Los vendedores de automóviles creen que seguirán los problemas de financiación

Madrid.- Los problemas para financiar automóviles persisten y la situación seguirá así durante algún tiempo, según el pronóstico expuesto por el presidente de la asociación de vendedores de automóviles (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres.

Sánchez Torres, en una entrevista con EFE, dibujó esta cuestión también desde la perspectiva empresarial, necesaria para que puedan sobrevivir pymes, pues a su sector se acogen un 80% de compañías de este tipo "que no tienen músculo financiero suficiente para soportar una crisis de media o larga duración".

Aunque admite que las entidades financieras han abierto algo la mano "todavía contamos con el hándicap de que sólo se da financiación a aquél que garantiza plena solvencia económica para no poner en riesgo a la financiera y, por eso, no vamos a crecer de forma significativa en ventas".

Uno de los segmentos automovilísticos donde se padece más esta cortedad de financiación se da en los vehículos industriales, por lo que el presidente de Ganvam ha reiterado la solicitud de ayudas directas a la compra también para este tipo de vehículos.

"Si hay que hacer ayudas, háganse al comprador, no a la financiera. Es verdad que el ICO da el dinero a una financiera cuando lo solicita, pero, para que lo haga, tiene que tener un cliente que le merezca garantía suficiente, porque tiene que asumir el resto de la operación que no cubre el ICO. Este tipo de ayudas son insuficientes y suelen acabar en fracaso como pasó con el Plan VIVE", dijo Sánchez Torres.

El presidente de Ganvam apuntó que para el próximo año las espectativas se presentaban "tenebrosas, pues la curva económica negativa influye tremendamente en este sector".

Para Sánchez Torres, el anuncio de prórroga del Plan 2000E alivia las malas perspectivas, pero se ciernen amenazas como la subida del IVA a partir de julio que puede compensar a la baja el efecto de la ampliación de las ayudas.

Sobre ese contexto, Sánchez Torres perfila un mercado el año que viene de unas 900.000 unidades vendidas y avisa que hasta dentro de unos diez años será difícil que España vuelva a repetir cifras de ventas de 1,6 millones de unidades como la alcanzada en 2007.

Repasó el duro reajuste laboral que ha tenido que hacer su sector durante el periodo más duro de la crisis y que ha costado 30.000 empleos, "pero ahora, para un mercado de 900.000 unidades, está más o menos ajustado", subrayó Sánchez Torres.

No ocultó su preocupación por varios factores negativos que afrontan los vendedores y que empiezan por una paralización de los servicios posventa, pues "la gente que tiene un coche viejo no va al taller, salvo que tenga algo urgente que reparar".

Consecuencia de esto, según Sánchez Torres, "es una reactivación de la venta de vehículos mileuristas, que compran los que tienen menos posibilidades; pero eso es una tragedia, porque son vehículos que afectan a la seguridad vial, al medio ambiente y al propio comprador que va a afrontar muchos problemas mecánicos".

Sánchez Torres no eludió un tercer factor de preocupación como el de la ilegal venta ambulante de coches que, aunque en Madrid ha desaparecido, sigue extendido por el resto de España, y es que, en su opinión, "falta una normativa global que resuelva el problema, pues cada ayuntamiento es discrecional en la materia".

El reto del coche eléctrico Sánchez Torres lo analiza desde la perspectiva de "una grandísima revolución que tiene todavía muchos problemas, pues vender este tipo de vehículos no será vender un coche completo, ya que habrá que vender el coche y hacer alquiler con las baterías. El concepto de la máquina va a cambiar por completo, pero también el de su comercialización".