Lula y Felipe González denuncian una parálisis de la reforma financiera

  • El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el ex jefe del Gobierno español Felipe González denunciaron hoy el estancamiento de la reforma financiera mundial, y pidieron decisiones políticas para afrontar la crisis económica en los países desarrollados.

Sao Paulo, 26 mar.- El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el ex jefe del Gobierno español Felipe González denunciaron hoy el estancamiento de la reforma financiera mundial, y pidieron decisiones políticas para afrontar la crisis económica en los países desarrollados.

"Este funcionamiento del sistema financiero global como un casino, sin reglas, esto no se puede seguir soportando", dijo González.

En un foro en Sao Paulo sobre los "Nuevos desafíos de la sociedad" organizado por el diario Valor Económico, los dos exgobernantes de izquierda criticaron la respuesta dada hasta ahora a la crisis global.

Lula recordó que cuando él era presidente (2003-2010) los líderes mundiales acordaron acabar con los paraísos fiscales pero "no sucedió nada, absolutamente nada".

Además, pese a la denuncia colectiva de las bonificaciones que recibían los banqueros, que premiaban los resultados a corto plazo sin importar el riesgo asumido por la entidad, según Lula, "se siguen pagando de la misma forma".

Ambos pidieron que los bancos centrales requieran a los inversores en los mercados de futuros que hagan un depósito en efectivo por un porcentaje del valor de los contratos para evitar la especulación.

El ex presidente brasileño dijo que la salida a la crisis mundial requiere más crecimiento económico y más empleo, y Felipe González propuso vincular los sueldos a la productividad.

"Con salarios baratos no vamos a competir con Asia", afirmó González (1982-1996), mientras que Lula pidió a los trabajadores europeos que luchen para no perder el Estado de bienestar.

Con respecto a China, el exgobernante brasileño pidió que exporte menos y que consuma "un poco más" para equilibrar el comercio en el planeta, y abogó por el fin del proteccionismo.

Los dos antiguos dirigentes también coincidieron en que existe una crisis de liderazgo político en Europa para afrontar la crisis económica y financiera.

Lula denunció, además, que ni la ONU ni el Fondo Monetario Internacional (FMI) representan adecuadamente al mundo actual, por lo que a su juicio falta un "centro de decisiones".

González opinó que el propio sistema político está en crisis, y en el caso de España denunció una "endogamia" en los partidos, pues, en su opinión, "se miran demasiado hacia dentro y no hacia la sociedad".

El expresidente del Gobierno español pidió listas abiertas para que los ciudadanos "no tengan que votar al candidato que le diga la burocracia del partido".

Para el caso brasileño, Lula defendió la importancia de una reforma política, aunque alertó de que los miembros del Congreso prefieren mantener la situación actual.

"Si el Congreso no hace la reforma, deberíamos tener una (asamblea) constituyente" para llevarla a cabo, afirmó.

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