Los pensionistas españoles, entre los más blindados contra la pobreza de la OCDE

    • Según el organismo internacional, nuestros jubilados disfrutan de una posición financiera más sólida que los de Finlandia, Alemania, Suecia o Luxemburgo.
    • La clave es la posesión de viviendas en propiedad; mientras en España más del 90% de los pensionistas ya han pagado su casa en países como Alemania ese porcentaje no llega al 50%.

Los jubilados españoles no perciben una pensión particularmente alta, no gozan de las ventajas sociales que disfrutan los de los países más desarrollados y en la mayoría de los casos ni siquiera ingresan ese extra procedente de planes privados tan habitual en otros países europeos.

Sin embargo, según la clasificación de la OCDE, están entre los que menos riesgo corren de caer en la pobreza de todos los países desarrollados.

La explicación hay que buscarla en una de las prácticas que han sido más vilipendiadas en los últimos años: esa costumbre tan española de adquirir una vivienda en propiedad.

Resulta que aquello que se ha convertido en la condena de miles de españoles, es a su vez la mayor garantía de que los jubilados de nuestro país no pasarán graves dificultades económicas una vez hayan abandonado el mercado laboral.

En su último informe, la OCDE analiza los cambios introducidos en los sistemas de pensiones de los países desarrollados y su incidencia a la hora de garantizar la protección del colectivo de los mayores de 65 años, particularmente en relación a evitar el riesgo de caer en situación de pobreza.

El resultado es llamativo. Después de los noruegos...los húngaros y los eslovacos, los jubilados españoles son los que se encuentran más blindados frente a la pobreza de entre los países más desarrollados del mundo.

Apenas un 3% de los españoles mayores de 65 años se situarían por debajo del umbral de la pobreza, frente al 6% de alemanes, el 4% de los suecos o el 15% de los suizos.

El dato tiene su truco. No tiene en cuenta las rentas que efectivamente perciben los jubilados sino la renta potencial que podrían obtener en caso de verse en dificultades, ya sea ejecutando el ahorro financiero en forma de acciones, títulos de deuda o depósitos bancarios acumulado durante sus años de trabajo, o bien convirtiendo su patrimonio inmobiliario en dinero contante y sonante.Un seguro de ladrillo

Si eliminamos ese efecto de 'rentas inducidas', como lo denomina la OCDE, es decir, si tuviéramos únicamente en cuenta la pensión pública que perciben los jubilados, el porcentaje de mayores de 65 años que se sitúan bajo el umbral de la pobreza en España estaría en el entorno del 12,8%, en línea con la media de la OCDE.

Los organismos internacionales consideran que una persona está bajo el umbral de la pobreza cuando sus ingresos no alcanzan el 60% de la renta media de su país.

En Holanda, por ejemplo, el número de pensionistas al que su prestación deja por debajo del umbral de la pobreza apenas llega al 3%... pero resulta que cerca del 50% se encuentran en el trance de tener que pagar todos los meses por su vivienda, bien porque están en alquiler bien porque están pagando una hipoteca.

En España la situación es radicalmente opuesta. Más del 90% de los pensionistas ya han pagado su casa y no tienen ningún tipo de presión financiera por ese lado.

Además, en el caso extremo de necesitar una ayuda adicional podrían desprenderse de su vivienda, vendiéndola o negociando con el banco una hipoteca inversa, que les proporcionara una renta a cambio de entregar una parte o la totalidad de su vivienda al banco.

Según la OCDE, esta circunstancia hace que los pensionistas españoles pueden incrementar hasta un 30% su nivel de renta, el mayor porcentaje de todos los países desarrollados.

Esta riqueza durmiente reduce hasta el 3% el porcentaje de pensionistas españoles expuestos a caer bajo el umbral de la pobreza.

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