Más de la mitad de los ocupados a tiempo parcial querría trabajar a jornada completa


Más de la mitad de los trabajadores a tiempo parcial en España están en esta situación porque no encuentran un empleo a jornada completa, según un informe publicado este jueves por la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal (Agett) y Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Además de tener una tasa de trabajo a tiempo parcial de sólo el 13,4%, frente a países como Holanda, donde roza el 50%, o Alemania, Suecia y Dinamarca, donde supera el 20%, el 51,2% de los españoles que está en esta situación lo hace de forma obligada, al no conseguir un empleo a jornada completa.
El estudio muestra que desde el comienzo de la crisis, el porcentaje de trabajadores a tiempo parcial ha pasado del 11,6% al 13,4%, pero no por una mayor demanda de este tipo de empleos, sino porque se han visto obligados a aceptarlos ante las dificultades para encontrar otro trabajo.
Si se suma este porcentaje de ocupados a tiempo parcial de forma obligada a los parados y a las personas "desanimadas" que dejan de estar activas al creer que no van a encontrar un empleo, el resultado es que más de una cuarta parte de la población activa (27,4%) se encuadra en el grupo denominado "desplazados del mercado laboral"; es decir, aquellas personas que no logran un encaje eficiente de sus demandas de empleo en la oferta que existe actualmente.
Por otro lado, el informe estima que el nivel mínimo de ocupación durante la crisis se registrará en el próximo mes de febrero, cuando el número de trabajadores se situará en 18,25 millones de personas. A partir de entonces, comenzará una "leve tendencia ascendente", con un incremento de 200.000 ocupados entre marzo y abril.
Con esta recuperación, la tasa de caída interanual continurá moderándose y se situará en el cuarto mes del año en un descenso del 0,5%.
El estudio subraya que los sectores en los que se registrará esta mejora en la ocupación serán la industria y las actividades de transporte, como consecuencia del arrastre del sector exportador.
Por el contrario, otros como el comercio seguirán viéndose afectados por la debilidad de la demanda interna, mientras que el empleo público, la construcción y el sector financiero continuarán ajustando su ocupación.
Por su parte, los parados de larga duración, que en el cuarto trimestre del pasado año superaron los 2 millones de personas, no verán una reducción sustancial hasta, al menos, dentro de diez años.

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