Merkel exige con el ejemplo alemán que Europa cumpla con el ajuste fiscal

  • La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy ante el Parlamento las cuentas públicas de su Gobierno para este año, que prevén un déficit mínimo, y las reglas europeas de consolidación fiscal, frente a las presiones de Francia e Italia.

Juan Palop

Berlín, 25 jun.- La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy ante el Parlamento las cuentas públicas de su Gobierno para este año, que prevén un déficit mínimo, y las reglas europeas de consolidación fiscal, frente a las presiones de Francia e Italia.

En su intervención ante el Bundestag en el debate sobre los presupuestos federales, Merkel subrayó el "gran éxito" de su Ejecutivo, que presenta para este ejercicio por primera vez en más de 40 años unas cuentas con superávit estructural y que prevé alcanzar en 2015 el "déficit cero".

"No vamos a incurrir en más deudas. Y esto es válido también para los próximos años. Hemos alcanzado un hito histórico", aseguró.

Los presupuestos federales de 2014, cuya tramitación se retrasó debido a las elecciones del pasado septiembre y las posteriores negociaciones para formar una gran coalición, prevén un gasto total de 296.500 millones de euros y un déficit de 6.500 millones de euros.

Berlín no indica la equivalencia de este déficit en relación al producto interior bruto (PIB), pero es claramente inferior al tope del 3 % que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).

Eliminando los factores coyunturales propios del ciclo económico, estas cuentas registrarán un superávit de 1.300 millones de euros, según el plan del Ejecutivo, que será aprobado por el Bundestag el viernes gracias a la amplia mayoría de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas que sustenta al Gobierno alemán.

Merkel subrayó que los avances en materia de consolidación fiscal se están llevando a cabo a pesar de las difíciles condiciones macroeconómicas en Europa y con aumentos en partidas que consideró "prioritarias" y "de futuro", como la creación de empleo, la educación y la investigación y las infraestructuras.

En este sentido indicó que desde que ella llegó a Cancillería, en 2005, el presupuesto para educación e investigación ha aumentado en un 60 %, hasta 15.400 millones de euros, una "inversión correcta para el futuro" y necesaria "para seguir siendo competitivos a nivel internacional".

Mirando a Europa y a la cumbre del Consejo Europeo que arranca mañana, la canciller afirmó que es imprescindible atenerse a las reglas de endeudamiento europeas, en una clara referencia a las pretensiones de una mayor flexibilidad presupuestaria de Francia e Italia y de sus propios socios minoritarios de Gobierno, los socialdemócratas.

Para no repetir los errores del pasado, es clave cumplir las "reglas fijas" y los "límites claros" en cuestión de déficit que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento comunitario.

No obstante, Merkel mostró cierta disposición al diálogo con sus socios comunitarios al apuntar que ese pacto prevé también "excepciones" que hay que "aprovechar", en referencia a las cláusulas que indican que se podrá dar más tiempo para reducir el déficit a los países que vean lastrado su crecimiento por la implementación de reformas estructurales.

La canciller apostilló a este respecto que el Gobierno alemán quiere ver la puesta en marcha de "reformas estructurales sostenibles" en los países que abogan por una flexibilización de los límites de endeudamiento, ya que, advirtió, en estos momentos hay "una gran brecha" entre las recomendaciones de la Comisión Europea y las políticas nacionales de muchos socios.

Además de llevar a cero el déficit, el Ejecutivo alemán pretende reducir el conjunto de la deuda pública -en la actualidad en torno al 80 % del producto interior bruto (PIB), más de dos billones de euros- por debajo del 70 % para 2017.

El conjunto del Estado alemán -esto es, la federación, los "Länder", los municipios y la caja de la seguridad social- logró ya en 2012 y 2013 el equilibrio presupuestario, a pesar de que el Gobierno federal seguía gastando más de lo que ingresaba.

El primer gobierno de Merkel (2005-2009), que era una gran coalición de conservadores y socialdemócrata como la actual, introdujo mediante reforma constitucional el concepto de "freno de la deuda" en la Carta Magna.

Este cambio prohíbe que, a partir de 2016, el Gobierno federal incurra en un déficit mayor al 0,35 % del PIB, algo que ya ha logrado en los últimos tres años.

Está previsto que el consejo de ministros alemán apruebe el miércoles de la semana que viene el borrador de presupuestos federales para el año que viene y las líneas financieras -una primera estimación de ingresos y gastos- hasta 2018.

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