Ministro de Industria brasileño niega que plan de estímulo sea proteccionista

  • El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, descartó hoy que el nuevo plan de estímulo a la industria lanzado el martes por el Ejecutivo sea proteccionista y aseguró que Brasil quiere relaciones comerciales "saludables" y respetará los acuerdos internacionales.

Sao Paulo, 3 ago.- El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, descartó hoy que el nuevo plan de estímulo a la industria lanzado el martes por el Ejecutivo sea proteccionista y aseguró que Brasil quiere relaciones comerciales "saludables" y respetará los acuerdos internacionales.

"No vamos a cerrar el país, no vamos a prohibir importar nada, no vamos a romper ningún acuerdo internacional", dijo Pimentel en una rueda de prensa en Sao Paulo.

El ministro aseguró que el plan anunciado ayer, que prevé exenciones fiscales por valor de 25.000 millones de reales (unos 16.025 millones de dólares) para el sector industrial, llega en un "momento de emergencia" en el que los socios comerciales de las manufacturas brasileñas se encuentran "estancados" por la crisis.

Pimentel aseguró que el Gobierno hará "todo lo posible" para incentivar la industria brasileña sin vulnerar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y dijo que Brasil tendrá "una relación comercial saludable" con el resto de países.

En su opinión, la crisis financiera internacional sumada a la ascensión de China y el conjunto del "bloque asiático" ha propiciado una situación de "cambio en el paradigma industrial" y el lanzamiento de las nuevas políticas de incentivo tienen por objetivo "combatir ese escenario".

Además de exenciones fiscales, el plan contempla líneas de crédito a exportadores y permite al Gobierno hacer compras preferenciales en empresas que inviertan en innovación.

Esa medida, que permite al Ejecutivo ejecutar pedidos con un margen de precio de hasta el 25 por ciento en los procesos de licitación para manufacturas, se aplicará, de acuerdo con el ministro, "con una visión muy rigurosa".

"No vamos a premiar la ineficiencia", subrayó Pimentel, quien añadió que espera que el plan no cause "represalias".

Además de la crisis en los clientes tradicionales de la industria brasileña, la fuerte revalorización del real debido a la entrada de divisas por las ventas de materias primas, especialmente soja, hierro y petróleo, está mermando la competitividad de las manufacturas.

"Brasil entró en el equipo de los países de monedas apreciadas. Vamos a tener un cambio valorizado", dijo Pimentel, quien descartó que la moneda brasileña vaya a caer en el corto plazo.

El nuevo plan exime por completo del pago de las aportaciones a la seguridad social sobre la nómina del empleado a las empresas más sensibles a la variación cambiaria e intensivos en mano de obra, una medida calificada de "gran cambio" por Pimentel, quien dijo que esa herramienta supone un avance en la política tributaria.

"Brasil es un país con una estructura tributaria muy mala", dijo el ministro, quien reconoció ser "cauteloso" ante la posibilidad de llevar a cabo una reforma global del marco impositivo, una demanda recurrente por parte de los empresarios.

El programa, bautizado como "Plan Brasil Mayor", fue presentado ayer como una nueva política industrial y llega después de que economistas y empresarios se mostraran preocupados ante el riesgo de desindustrialización en la economía brasileña.

El sector manufacturero del país arrojó un déficit comercial con los mercados exteriores de 70.900 millones de dólares en 2010, dato que supone un aumento del 95 por ciento respecto al año anterior.

Mostrar comentarios