Ministro del Gobierno luso admite mejora económica aún no se vea en la calle

  • Miembros del Ejecutivo portugués y militantes del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) reconocieron hoy que la reciente mejoría de la situación económica y financiera del país todavía no se refleja en la calle.

Lisboa, 22 feb.- Miembros del Ejecutivo portugués y militantes del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) reconocieron hoy que la reciente mejoría de la situación económica y financiera del país todavía no se refleja en la calle.

"Es indiscutible que los resultados muestran que a nivel de salud financiera estamos mucho mejor, aunque es verdad que en este momento eso todavía no se percibe en el bolsillo de los ciudadanos", admitió el ministro de Interior, Miguel Macedo.

Hasta qué punto esas primeras señales de recuperación que exhibe Portugal tienen ya efecto en la economía real es una de las cuestiones que han protagonizado la jornada en el Congreso Nacional que celebra este fin de semana el PSD.

Incluso el primer ministro luso y presidente del partido, Pedro Passos Coelho, dejó espacio para la autocrítica en su discurso de ayer, en el que consideró que Portugal está mejor que en los últimos años de crisis, aunque "pagó un precio muy elevado" al agravarse el desempleo.

El responsable del Ejecutivo admitió que los altos niveles de paro (superiores al 15 % de la población activa) son "la mayor lacra social" que sufre el país, aunque recordó que ha ido reduciéndose en los últimos meses.

Su ministro de Interior incidió hoy en que el mayor reto del Gobierno pasa por invertir esta situación, y recalcó que tanto las cuentas públicas lusas como la mayoría de indicadores dan señales positivas que deberán notarse en la economía real en breve.

Uno de los más críticos entre los ponentes que intervinieron hoy fue Nuno Morais Sarmento, ministro entre 2002 y 2005, quien subrayó que la situación para la mayor parte de la población "no es mejor, más bien al contrario, es incluso más difícil" que en el pasado.

A pesar de reconocer el mérito de Passos Coelho por liderar al país y llevarlo "de la bancarrota hasta tierra firme" desde que alcanzara el poder en las elecciones de 2011, insistió en la necesidad de "volver a soñar".

"Llegamos hasta aquí después de tres años de muchos números y muchas estadísticas de Excel del Ministerio de Finanzas (...) No son las cifras las que estimularán a los portugueses, sino las ideas y los ideales", argumentó.

Sarmento hacía así referencia a los duros ajustes y recortes aplicados en Portugal desde que solicitó rescate financiero, dos mese antes de que Passos Coelho venciese los comicios y se convirtiese en primer ministro en sustitución del socialista José Sócrates.

El país cerró 2013 por tercer año consecutivo en recesión, aunque las previsiones oficiales ya auguran una subida del PIB del 0,8 % para el actual ejercicio.

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