Moccia continúa su historia de amor "sin nostalgia" de la adolescencia

  • Madrid.- El fenómeno literario "Moccia" continúa con la publicación en España esta semana de "Perdona, pero quiero casarme contigo", una historia de amor escrita por Federico Moccia "sin nostalgia" de su época de adolescente, aunque echando de menos "la luz distinta" con la que se ven las cosas a esa edad.

Moccia continúa su historia de amor "sin nostalgia" de la adolescencia
Moccia continúa su historia de amor "sin nostalgia" de la adolescencia

Madrid.- El fenómeno literario "Moccia" continúa con la publicación en España esta semana de "Perdona, pero quiero casarme contigo", una historia de amor escrita por Federico Moccia "sin nostalgia" de su época de adolescente, aunque echando de menos "la luz distinta" con la que se ven las cosas a esa edad.

Moccia (Roma, 1963) cree que, si sus libros tienen tanto éxito en España, es porque los españoles "son muy sensibles, a pesar de su fama de estar todo el día de juerga", y opina que muchos de ellos se han sentido identificados con Alex y Niki y con la historia de amor que iniciaron en "Perdona si te llamo amor" y que ahora su creador ha proseguido en "Perdona, pero quiero casarme contigo" (Planeta).

El autor italiano, que con sólo tres libros publicados ha vendido desde 2004 un total de 360.000 ejemplares, asegura en una entrevista con Efe que se siente orgulloso de que su cuarto libro, antes de llegar a las librerías esta semana, haya aparecido ya entre las listas de más vendidos y haya tenido que ser reeditado debido a las reservas realizadas por los lectores.

Reconoce que cuando, como en su caso, se adquiere popularidad de forma súbita, existe el riesgo de que "se te suba la fama a la cabeza", pero asegura: "En mi caso no ha sucedido, por lo que podemos estar tranquilos".

Para Moccia, el éxito sin precedentes de su primera novela, "A tres metros sobre el cielo", en su reedición en 2004, después de que en 1992 hubiese sido ignorada por los editores y él hubiese tenido que financiar su publicación, ha tenido un "efecto positivo" posterior.

"Ahora miran con mucha más atención todo lo que les llega y consideran la sensibilidad de los lectores, y no sólo la opinión del editor que debe decidir si ese libro se publica o no en un día en el que se ha podido levantar torcido", subraya.

Con los libros, dice Federico Moccia, sucede un poco "como en las historias de amor", es necesario el don de la oportunidad; "hay veces en que dos personas tendrían que estar juntas pero no pueden porque no se han conocido en el momento adecuado".

"Con mis novelas debe haber sucedido algo así", subraya el autor, quien afirma que llegaron a la cima en un momento "en que Italia y otros lugares necesitaban una historia de amor así".

Satisfecho con la "moda Moccia", por la cual miles de enamorados colocan candados en puentes de todo el mundo -imitando a los protagonistas de "Tengo ganas de ti", que sellan su amor atando un candado a una farola del puente Milvio de Roma y tirando la llave al río Tíber- el italiano cree se trata de un fenómeno sin edad, "que simboliza el romanticismo pero también la diversión".

Con sus libros, Moccia no pretende enseñar nada, "porque la enseñanza no te la dan, la encuentras; aprendes de las cosas que te suceden", y se muestra convencido de que para coger hábito lector "sólo has de encontrar cosas que te interesen".

"Creo que ahora los lectores han encontrado en mis libros momentos que ellos están viviendo: cuando se enamoran y sienten que pueden tocar el cielo con los dedos", subraya el escritor, quien espera que los jóvenes "no sólo lean a Moccia, sino a autores más importantes, porque leer te hace crecer y madurar".

Aunque todavía no tiene decidido qué futuro sentimental le dará a Alex y Niki, sí sabe que en abril llega a España su película sobre "Perdona si te llamo amor", mientras que la de "Perdona, pero quiero casarme contigo" se acaba de estrenar en Italia, y se muestra dispuesto a explorar otro tipo de literatura "más de adultos", aunque siempre "con una escritura fluida y que provoque curiosidad".

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