La estabilidad cambiaria de la que goza la moneda peruana hizo innecesaria durante la jornada la intervención del Banco Central en el mercado, a través de la venta o compra de dólares para presionar o frenar el tipo de cambio.
El nuevo sol peruano había cerrado el lunes a 3,230 por dólar, luego de acabar la semana pasada a 3,216 nuevos soles retomando sus niveles previos a las medidas económicas de las autoridades chinas, de mediados de agosto.
La moneda peruana alcanzó el 26 de agosto su mayor pico en los últimos nueve años al cotizarse a 3,306 nuevos soles por dólar, presionada por la devaluación del yuan chino.
ljc/gm
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