España lleva un déficit equivalente al 0,83% del Producto Interior Bruto en el primer trimestre de 2012, es decir, que el Estado acumula unos números rojos entre enero y marzo de unos 8.500 millones de euros. Así lo ha anunciado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso, durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado.
En principio, España debe terminar el año con un déficit del 5,3%, tal y como se ha comprometido ante la Unión Europea. La Administración central, que es a la que se refiere el 0,83% anunciado por Montoro, no debería superar un 3,5% de desfase, por lo que la cifra se mantiene controlada de momento.
De todos modos, tres meses son muy pocos para hacer aproximaciones. De hecho, el Gobierno socialista se mantuvo en el umbral de cumplimiento de déficit en 2011 hasta el mes de noviembre. Y luego, el resultado final se desvió por completo.
Sin margen de maniobra
Casi al mismo tiempo que el ministro de Hacienda desvelaba esta cifra en el Parlamento, el miembro de Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, ha alertado de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aunque son "coherentes" con el objetivo de déficit acordado, no tienen margen de desviación en sentido desfavorable.
"Parece que no hay un margen para tener desviaciones en sentido negativo y siempre es muy importante tener ese margen", ha dicho González-Páramo, quien ha puesto como ejemplo "la previsión de ingresos públicos, que depende de una determinada senda de crecimiento que no siempre debe cumplirse".
Pese a esta advertencia y tras señalar que los PGE han llegado más tarde de lo que hubiera deseado el mercado, González-Páramo se ha mostrado "absolutamente convencido" de que España cumplirá con el objetivo de déficit marcado para este año.
Las estimaciones de González Páramo, que ha clausurado la VI Conferencia Internacional de ABC-Fundación Euroamérica BBVA, no son importantes sólo por su cargo en el BCE. No hay que olvidar que ya sonó como posible ministro de Economía con la victoria de Rajoy y que ahora se baraja su nombre para sustituir al actual gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyo mandato expira en junio.
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