La deflagración ha tenido lugar en la mina de carbón de Yuchen, que tiene una capacidad de producción anual de unas 60.000 toneladas y que está situada en la ciudad de Jixi.
El último accidente llega después de que el Consejo de Estado chino anunciara el 31 de agosto que pondría en marcha en septiembre una serie de revisiones de seguridad en las minas de carbón y en las plantas químicas después de que hubiera un incidente con heridos en una mina estatal en agosto.
La produccción china de carbón en agosto bajó al mínimo de los últimos diez meses, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, lo que sugiere que las minas han reducido la producción por los últimos incidentes graves que se han registrado.
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