La relevancia de los coches oficiales en la política española cambió dramáticamente en 2008. Ese año, el entonces aspirante a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, decidió hacer descansar toda su estrategia electoral en la explotación de un único episodio: la adquisición por parte de su rival y entonces presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, de un costosísimo Audi A8 blindado con todos los extras como vehículo oficial para sus desplazamientos.
Feijóo utilizó el episodio como prueba de la tendencia al despilfarro de su principal rival en un contexto en el que Galicia, y España, en conjunto, comenzaba a notar los demoledores efectos de la crisis económica.
La estrategia funcionó. La imagen de Touriño entre los votantes sufrió un serio deterioro y al cabo el asunto resultó clave en la victoria electoral del PP.
El tema tuvo tal trascendencia que en los meses siguientes se produjo una especie de auditoría de los coches oficiales que utilizaban presidentes regionales, de diputaciones o alcaldes, y no fueron pocos los que se vieron obligados a cambiarlos o directamente subastarlos para sortear una crisis política.
Subastas, por cierto, en las que se ponía de manifiesto lo perjudicial que puede ser intentar resolver un error con otro. En Galicia, el nuevo equipo de Gobierno de la Xunta acabó colocando el controvertido coche oficial de Pérez Touriño por menos de la mitad de lo que costó en su momento, con una minusvalía muy relevante para las arcas públicas, que se vio agravada por que Feijóo adquirió otro vehículo oficial.
En cualquier caso, el coche oficial había pasado a considerarse un indicio de la eventual mala gestión del dirigente político.
El clima terminó afectando a la gestión pública del parque de vehículos del Estado y la prueba más evidente de ello es que desde el año 2009 el Estado no ha gastado ni un solo euro en la renovación de los vehículos que forman parte del Parque Móvil.
Según fuentes del organismo, ni en 2010, ni en 2011, ni en 2012 se produjo adquisición alguna de un vehículo nuevo por parte del Parque Móvil. Este año tampoco se realizará ninguna compra y los Presupuestos de 2014 no contempan ninguna operación...
El ajuste ha sido tan drástico que desde el Parque Móvil admiten que "estamos ya muy cerca de lo que se podría considerar masa crítica, la edad media de los vehículos se ha incrementado y con ella los gastos de mantenimiento".
En el organismo confían en que en 2015 se pueda ya adquirir algún vehículo para rejuvenecer una flota que se encuentra ya en el límite de la edad media recomendable para unos vehículos que realizan decenas de miles de kilómetros cada año.
Hay que recordar que en este proceso la flota de vehículos del Parque Móvil ha pasado de los 1.265 que había en 2008 a los 673 actuales.
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