No sólo de hedge funds viven las bolsas: en España hay 25.000 tiburones particulares

  • Realizan cientos de operaciones al año por un valor total de al menos 30.000 euros y operan a corto en bolsa como cualquier profesional. Bankinter cree que en España hay alrededor de 25.000 inversores particulares cazadores de plusvalías rápidas y capaces de manejar los sistemas de especulación más complejos.
Enrique Utrera

Los mercados viven días de una extraordinaria volatilidad que, en algunos momentos, se ha convertido en histeria. Los continuos dientes de sierra de las bolsas son el hábitat natural de los operadores a corto. Es decir, de los inversores especialistas en ganar dinero de un segundo para otro aprovechando los vaivenes del mercado. Una operativa que, según los manuales, es la menos recomendable para un inversor particular.

Sin embargo, en España hay un buen puñado de inversores de bata y zapatillas que son la excepción a la regla. Tienen entre 30 y 50 años, toman sus propias decisiones sobre dónde, cómo y cuánto invertir, utilizan al menos dos sistemas de contratación distintos, mueven un mínimo de 30.000 euros al año–es el importe mínimo necesario para un particular para sacar partido a las operaciones muy especulativas-  y conocen al dedillo los sistemas que también permiten ganar dinero cuando la bolsa baja.

Bankinter cree que España tiene alrededor de 25.000 inversores de estas características. El banco que preside Pedro Guerrero, que como sus compañeros del sector bancario ha visto como los inversores más especulativos han tomado cuantiosas posiciones cortas en su capital apostando por una caída de las acciones, quiere trasladar las prácticas de los temidos hedge funds a los inversores particulares más calientes del mercado español.

Para ello ha lanzado Broker Plus, un servicio que permite a un inversor de cualquier pueblo o ciudad de España operar en bolsa como el broker más profesional de las firmas de bolsa. El sistema, muy rápido, permite apostar en tiempo real en acciones, ETF y futuros y opciones. Y, más adelante, será el turno de las operativas más especulativas, como el crédito al mercado o el préstamo de valores. Y ahí Bankinter ser va a mojar.

El banco, que es un importante custodio de valores en España –administra las acciones de sus clientes-, prestará títulos a los inversores que se lo pidan a un precio muy competitivo, que no superará el 0,2%. Este porcentaje es muy inferior al entre el 4% y el 5% que cobran los accionistas importantes de las empresas a los inversores a corto para que apuesten por la caída de un valor. ¿Cómo? Venden las acciones en el mercado y la recompran más baratas cuando bajan. Si la jugada sale bien, se embolsan la diferencia.

Por lo tanto, la apuesta de Bankinter de captar a los tiburones españoles de andar por casa es muy agresiva. El banco cree que ya cuenta con alrededor de una quinta parte de estos inversores entre sus clientes, y considera que llegar a una cuota entre el 30% y el 35% de los 25.000 potenciales sería un éxito. Ahora, Bankinter tiene unos 50.000 clientes que operan con el broker en Internet, aunque sólo una pequeña parte hace más de 10 operaciones al mes y se pone más de ocho horas frente a la pantalla para seguir los mercados.

La nueva plataforma prima a los inversores más activos, hasta el punto de que si realizan más de 75 operaciones al trimestre, el coste es cero. Para el resto, el coste es de 150 euros al trimestre.

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