Obama pide a los republicanos que aprueben un presupuesto "sin condiciones"

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió hoy en que el Congreso tiene que aprobar una ley presupuestaria "sin condiciones partidistas" para acabar con la parálisis parcial de la Administración y aseguró que su vigencia se debe simplemente a una decisión "temeraria" de los republicanos.

Raquel Godos

Washington, 3 oct.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió hoy en que el Congreso tiene que aprobar una ley presupuestaria "sin condiciones partidistas" para acabar con la parálisis parcial de la Administración y aseguró que su vigencia se debe simplemente a una decisión "temeraria" de los republicanos.

El mandatario advirtió de que los republicanos "insisten en que el Obamacare está destruyendo la economía" estadounidense, mientras que son ellos los que están destruyéndola por "su obsesión por acabar con la ley sanitaria", lo que ha provocado la suspensión de las actividades federales no esenciales desde el pasado 1 de octubre.

Obama recalcó que el fin del cierre solo depende de que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, someta a voto el proyecto de ley para aprobar un presupuesto temporal sin disposiciones adicionales.

"Ustedes escogieron a sus representantes para que les hagan la vida más sencilla, no más dura", argumentó el presidente ante los trabajadores de una pequeña empresa de construcción en la localidad de Rockville (Maryland), al norte de Washington.

Obama, tras semanas lidiando con los republicanos para intentar evitar el cierre parcial, aseguró además que el presidente la cámara baja no lleva la ley ante los legisladores "por miedo al ala más extremista" de su partido.

Liderados por el senador republicano por Texas Ted Cruz, próximo al Tea Party, los republicanos rechazaron cualquier texto legislativo para una financiación presupuestaria del Gobierno federal a menos que en ella se incluyese una enmienda que revocara o paralizara la aplicación de la ley sanitaria.

El presidente estadounidense, sin embargo, advirtió de que en ningún momento iba a estar dispuesto a negociar para aprobar una ley "rutinaria" a cambio de concesiones políticas, lo que llegó a considerar un "chantaje" por parte de los republicanos.

"Desde que los republicanos son mayoría en la Cámara, hay una crisis así cada 3 meses. Sé que estáis cansados de esto. Yo también", confesó el presidente.

Obama también recordó la necesidad de que el Congreso aumente el techo de la deuda del país antes de que se alcance su tope el próximo 17 de octubre, ya que de lo contrario Estados Unidos entraría en suspensión de pagos.

"Estados Unidos es el centro de la economía mundial y si lo echamos todo a perder, el mundo entero sufrirá consecuencias". dijo el presidente, después de que el Departamento del Tesoro emitiera un informe advirtiendo de que algo así podría tener efectos "catastróficos" para el país.

"Lo he dicho esto antes. Voy a repetirlo. No habrá negociaciones sobre esto. Los estadounidenses no son peones en un juego político. No van a conseguir ninguna recompensa a cambio de mantener al gobierno funcionando.(...) No pueden exigir una recompensa por hacer su trabajo más básico", insistió.

"No creo que un partido tenga el monopolio de la sabiduría, pero no creo que deban poner un arma en la cabeza (de la gente) por no estar de acuerdo con algo", sentenció el presidente.

Estados Unidos entró hoy en el tercer día de paralización parcial de la Administración Federal después de que el día 1 de Octubre comenzara el año fiscal 2014 sin que las cámaras lograsen un acuerdo presupuestario, lo que ha afectado a más de 800.000 empleados federales que estos días están sin empleo ni sueldo.

Los republicanos se negaron a aprobar una resolución temporal para evitarlo, como venía ocurriendo desde 2009, a menos que se eliminasen las asignaciones para la ley de reforma sanitaria que Obama promulgó en 2010 y cuya constitucionalidad ha sido avalada por el Tribunal Supremo.

Además de la suspensión laboral de cientos de miles de trabajadores, la paralización afecta a parques nacionales, museos e incluso a empresas contratistas del Gobierno.

El último episodio de este tipo ocurrió hace 17 años, durante la presidencia del también demócrata Bill Clinton, parálisis que en aquel entonces se prolongó durante 21 días.

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