Oligarca ruso construirá puente sobre estrecho de Kerch entre Rusia y Crimea

Moscú, 30 ene.- La compañía Stroigazmontazh del oligarca ruso Arkadi Rottenberg ha sido la elegida para construir un puente sobre el estrecho de Kerch que enlazará territorio ruso con la anexionada península ucraniana de Crimea.

"El proyecto será financiado completamente por parte del Estado", dijo a la prensa local Rottenberg, quien estimó en 228.000 millones de rublos (unos 3.300 millones de euros) el coste del proyecto, según informan hoy medios locales.

Rottenberg, quien pronosticó que el puente sería inaugurado dentro de cuatro años, reconoció que las sanciones económicas occidentales impuestas a Rusia por su papel en el conflicto de Ucrania obligarán a renunciar a los materiales de construcción de países como Noruega u Holanda.

"Planeamos realizar todo el proyecto con material y tecnología rusa. Los chinos no están aún dentro, pero ya estamos conversando con una compañía de Corea del Sur", comentó el magnate, considerado, junto a su hermano Borís, una de las personas más cercanas al presidente ruso, Vladímir Putin, y cuya compañía, precisamente, está bajo las sanciones económicas occidentales, en particular de EEUU.

Las compañías turcas también han mostrado un gran interés, pese a la amenaza de las sanciones, agregó el empresario, cuya compañía es una de las mayores constructoras del país con cerca de 30.000 trabajadores.

En noviembre de 2010, cuando el ahora derrocado Víktor Yanukóvich aún era el presidente ucraniano, Rusia y Ucrania firmaron un memorando de entendimiento para la construcción del puente.

Tras años de espera, el Gobierno ruso aprobó unilateralmente el proyecto en marzo de 2014, poco después de la anexión de la antaño península ucraniana.

El estrecho de Kerch, conocido como la puerta al mar de Azov, tiene 41 kilómetros de largo, una anchura mínima de 4,5 kilómetros y una máxima de 15.

Según el proyecto marco diseñado por Rusia en 2007, el puente tendrá una longitud de exactamente 4,5 kilómetros, una anchura de 22 metros y una altura de 50 metros sobre el nivel del mar.

En los laterales de la infraestructura, se habilitarán aceras para peatones y dos carriles para el tráfico, mientras que en el centro se construirán una o dos vías férreas.

Se cree que más de 10 millones de personas atravesarán cada año el puente, por el que también se transportará gas licuado en vagones de tren o en camiones cisterna.