París amenaza con nacionalizar una planta en su conflicto con ArcelorMittal

  • El ministro francés de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, amenazó con nacionalizar los altos hornos que ArcelorMittal, líder mundial de la siderurgia, tiene en Florenge (noreste) por considerar que su propietario no ha respetado los compromisos con Francia.

París, 26 nov.- El ministro francés de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, amenazó con nacionalizar los altos hornos que ArcelorMittal, líder mundial de la siderurgia, tiene en Florenge (noreste) por considerar que su propietario no ha respetado los compromisos con Francia.

Montebourg, en una entrevista que publica hoy el diario "Les Echos", señaló que trabaja en una "nacionalización transitoria" del complejo de Florenge debido al rechazo del grupo del empresario indio Lakshmi Mittal de cederlo completamente y no sólo parcialmente.

"El problema de los altos hornos de Florange no son los altos hornos de Florenge, es Mittal", indicó el ministro, quien denunció que "las mentiras" del industrial indio "desde 2006 son abrumadoras" y que "no ha cumplido nunca sus compromisos" con el Gobierno.

Por eso "ya no queremos más a Mittal en Francia porque no han respetado a Francia", concluyó sin precisar qué significa eso.

La idea de Montebourg, de acuerdo con el diario económico, es que el Estado se asocie con un grupo que tendría una participación minoritaria en las instalaciones de Florenge para tratar de estabilizar allí su actividad.

El titular de la Reconstrucción Productiva, conocido por sus declaraciones iconoclastas y por su posición política particular de defensa del nacionalismo económico, sostiene que hay dos ofertas de compra de esos altos hornos de la región de Lorena, donde trabajan unos 350 empleados en una sola de las plantas, puesto que las restantes están paradas desde 2009 y 2011.

ArcelorMittal accedió a finales de septiembre a dar un margen de dos meses al Ejecutivo francés para encontrar empresas interesadas por la parte del complejo en el que ha suspendido su actividad, pero se niega a dejar el resto a un competidor.

El grupo siderúrgico argumenta que el negocio que mantiene en Florenge, que sirve para el aprovisionamiento de las cadenas de montaje de grupos automovilísticos como PSA Peugeot Citroen, Mercedes, Volkswagen, BMW u Opel, le resulta estratégico, y no quiere desprenderse de el.

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