Lisboa, 8 oct.- El primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Passos Coelho, afirmó hoy que no quiere a la troika (BCE, el FMI y la Comisión Europea) en Portugal más tiempo del necesario para la normalización financiera del país.
Passos Coelho justificó en declaraciones a los periodistas la dureza de los ajustes y recortes aprobados en sus 16 meses de Gobierno con el argumento de que el país debe recuperar la autonomía financiera cuanto antes.
"No queremos tener aquí a la troika más tiempo del estrictamente necesario", subrayó el jefe del Ejecutivo luso, muy criticado, incluso en su propio partido, por las últimas medidas de austeridad anunciadas para cumplir las exigencias del rescate financiero luso.
De necesitar más ayuda de la troika compuesta por Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), harían falta ajustes "todavía más duros" que el aumento de impuestos anunciado para 2013, advirtió.
Passos Coelho señaló que él también está "en contra" del aumento de la presión fiscal -algo que ya formaba parte de su programa electoral-, pero recalcó que estos sacrificios son imprescindibles y que al final "valdrán la pena".
Portugal solicitó el rescate a las instituciones internacionales en abril de 2011 y consiguió un préstamo de 78.000 millones de euros, que recibe en diferentes tramos hasta 2014, cuya contrapartida es la aplicación de un duro programa de ajustes de austeridad y reformas seguido a rajatabla por el Gobierno.
El rescate llegó tras varios meses de asfixiante presión de los mercados sobre Portugal debido a las dudas sobre la solvencia del país, reflejada en una constante subida de las tasas de interés exigidas para comprar deuda lusa, que alcanzaron niveles insostenibles.
Las medidas adoptadas por el Gobierno luso a instancias de la troika tienen como meta sanear la economía, aumentar la competitividad y recuperar la credibilidad del país ante los inversores, de forma que pueda volver a subastar deuda con un interés sostenible a partir del segundo semestre de 2013.
Analistas y agencias de calificación dudaban hace unos meses de las posibilidades de Portugal de lograr su objetivo y evitar un segundo rescate, pero el Ejecutivo se mantiene confiado en volver al mercado antes de un año y ya hay firmas de inversión que lo consideran factible.
"Queremos continuar atacando el déficit y el gasto público para en breve poder decir y con la cabeza bien alta a nuestros socios internacionales: 'Ayer vinieron en nuestro auxilio, muchas gracias, pero hoy recuperamos nuestra autonomía para nunca más abandonarla'", explicó.
Passos Coelho, que participó hoy en un coloquio en Oporto titulado "La emigración portuguesa en Europa, desafíos y oportunidades", se refirió también a las decenas de miles de portugueses que han dejado el país en los últimos años.
"Para que todos los emigrantes puedan mirar a Portugal como el lugar donde quieran y puedan trabajar, ganarse la vida y educar a sus hijos, hace falta atacar el problema de la deuda, el déficit y el gasto", insistió.
El primer ministro aprovechó su intervención para precisar que cuando declaró, hace unos meses, que los portugueses deben ver la emigración como una "oportunidad", se malinterpretaron sus palabras.
El Gobierno trabaja para recuperar las condiciones que permitan el regreso a su país de los portugueses que lo deseen, subrayó hoy el primer ministro.
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