Pedro sánchez (psoe) cree un "error" limitar la acción exterior de comunidades autónomas y ayuntamientos


El diputado socialista Pedro Sánchez, coordinador de la reciente Conferencia Política del PSOE, considera una "error" que la Ley de Acción Exterior que se está tramitando en el Parlamento limite el margen internacional de las comunidades autónomas y ayuntamientos.
Sánchez presentó este miércoles en Madrid su libro 'La nueva diplomacia económica española', fruto de una tesis doctoral y en el que analiza el papel de las empresas como factor de acción exterior de los Estados, en concreto en el caso español.
Le arroparon muchos dirigentes y exdirigentes socialistas, como Elena Valenciano, Eduardo Madina, Antonio Hernando, Juan Moscoso, María González, Miguel Sebastián, José Blanco, Cristina Narbona, además de Ramón Jáuregui y Trinidad Jiménez, que presentaron el libro junto al vicepresidente de Seat, Ramón Paredes.
En su intervención, alertó de que España está aumentando las exportaciones pero no los empleos vinculados a ellas, y reclamó al Gobierno una política industrial que hoy "no existe".
Otro pilar que cree fundamental es la política energética, y denunció que el Gobierno dice defender una estrategia global en ese sentido pero, al mismo tiempo, impulsa reformas que "acaban" con la industria que puede hacer a España menos vulnerable, como son las energías renovables.
Junto a ello, aboga por la cooperación y la lealtad en la definición de la acción exterior y, en contra de lo que defiende el Gobierno a la vista de la ley, cree que comunidades y ayuntamientos han sido "leales" y que sus gestiones son "complementarias" a las del Estado, por lo que es un error limitarlas.
Pedro Sánchez considera que España necesita una marca de país "reconocible y reconocida", y señaló varios "fallos" en la estrategia del Gobierno.
En primer lugar, porque se incluyeron atributos que no se defienden dentro de España, como la cultura o la industria vinculada a las energías renovables que se están "desmantelando", sin tener en cuenta que una marca de país solo triunfa cuando sus propios ciudadanos se la creen.
En segundo lugar, porque se diseñó "por el camino más fácil, más corto, pero menos eficiente, por arriba", al revés de cómo lo hizo por ejemplo Alemania consultando a todos los territorios. Por ello, abogó por "retomar" el diseño de esa estrategia para hacerlo "de abajo a arriba, con los atributos y las singularidades" de las realidades que componen España.
Ramón Jáuregui alertó de que la actual política internacional se asienta en entramados económicos, y España ganó gran parte de su peso cuando en los años noventa se hizo con buena parte de los concursos vinculados a servicios públicos de América Latina.
Subrayó que las empresas españolas han invertido mucho en ese objetivo pero "no hemos aprovechado la oportunidad de dar una marca reconocible internacionalmente a esa presencia". No era fácil, reconoció, pero España tenía la "imperiosa necesidad" de hacerlo y no lo hizo.
Cree, además, que la izquierda tiene el reto pendiente de asumir que el empresario es un agente económico y social necesario para el progreso porque la política "no puede hacerlo todo", y que las empresas también deben asumir compromisos de sostenibilidad que deben ser exigidos por los ciudadanos.
Trinidad Jiménez recordó su etapa al frente de Exteriores y subrayó la necesidad de que los poderes públicos acompañen la internacionalización de las empresas, y de que estas ganen "sensibilidad" con el país y la cultura en la que se asientan.

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