Pekín se desliga de polémica por refinería pero anima a las partes a dialogar

Pekín, 21 jun.- China no quiso hoy pronunciarse sobre la decisión de Costa Rica que frena el avance de la refinería financiada por el órgano de inversión exterior chino y la petrolera estatal CNPC, alegando que se trata de un conflicto empresarial, aunque animó a las partes a sentarse para "aclarar el problema".

"Acabamos de conocer la noticia pero no estamos al tanto de los detalles", señaló en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hua Chunying, quien no obstante señaló que de confirmarse el conflicto "las partes han de sentarse a dialogar para resolver la cuestión".

Hua subrayó a Efe que las relaciones entre los dos países "son muy buenas", como prueba que Costa Rica fuera escogida recientemente como parte de la gira del presidente chino Xi Jinping a América, que incluyó un encuentro entre el mandatario y su homóloga costarricense, Laura Chinchilla.

La Contraloría General de la República (CGR) de Costa Rica declaró el jueves inválido el estudio de viabilidad para la construcción de la refinería, el mayor proyecto de infraestructura del país, y en el que está involucrada CNPC, la mayor petrolera de China.

La CGR señaló que el estudio de viabilidad fue realizado por una empresa china, HQCEC, está vinculada con CNPC, en violación de las normativas que exigen una opinión independiente.

La Contraloría también encontró otros fallos en el estudio, como que la rentabilidad estimada del 16,28 por ciento "podría estar sobrestimada".

Tras el anuncio de la Contraloría sobre el proyecto, uno de los más emblemáticos tras el establecimiento de relaciones bilaterales entre Pekín y San José hace seis años, el presidente de la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), Jorge Villalobos, presentó su dimisión.

RECOPE tiene ahora seis meses para contar con un "Plan B" para el estudio de viabilidad y valorar si se continúa con el proyecto.

El plan de construcción, valorado en más de 1.300 millones de dólares, implica la ampliación y modernización de la Refinería de Moín, ubicada en la provincia de Limón (Caribe), para elevar la capacidad de refinado de los 25.000 barriles diarios actuales a 60.000.

El 70 % del costo del proyecto (unos 900 millones de dólares) deben en principio ser aportados por un crédito del China Development Bank (CDB), brazo inversor del régimen comunista en el extranjero, y el restante 30 % estará a cargo, en partes iguales, de RECOPE y la CNPC.

Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas en 2007, y la ampliación de la refinería, también muy criticada por grupos ecologistas y por la oposición, es uno de sus proyectos conjuntos más ambiciosos.