Podemos también se quedaría fuera ante un pacto de Estado por la Energía

Los grandes partidos nacionales se han mostrado optimistas cara a un Pacto de Estado por la Energía en los últimos días, aunque las posturas radicales de Podemos hacen prever que puede haber dificultades con la formación de Pablo Iglesias.

PSOE y Podemos son los dos partidos que han manifestado con mayor claridad sus propuestas en materia energética cara a las próximas elecciones generales, hasta el punto de que la formación que lidera Pablo Iglesias ha situado en primer lugar de su programa un "Plan Nacional de Transición Energética".

El PSOE dedica a la energía un amplio espacio en un programa de más de 319 páginas colgado en su web, en el que aboga, entre otras medidas, por una Comisión para la Transición Energética, un Pacto de Estado para la Energía, restricción de autorizaciones para nuevas prospecciones de gas y petróleo, y prohibición del fracking (fractura hidráulica para extraer gas natural no convencional).

Los socialistas añaden también el cierre escalonado de centrales nucleares con 40 años de vida, incluida Garoña, y una decidida apuesta por las energías renovables (ya saben, solar, eólica, biomasa, energía geotérmica, hidroeléctrica, hidrógeno, etc.). como eje de la lucha contra el cambio climático.

Podemos nacionalizaría y echa un pulso a Bruselas

La "transición energética" es, para Podemos, la cabeza de un programa próximo a la nacionalización que incluye, en sus primeros diez puntos, los siguientes: derogación del decreto de autoconsumo y aprobación de otro sobre ese tema), impulso de infraestructuras verdes, adopción progresiva de energías cien por cien renovables (lo que excluirá las nucleares), y no autorizar el fracking (coincide aquí con el PSOE).

Además, Podemos haría una auditoría de costes de todo el sistema eléctrico, controles para impedir prácticas de oligopolio (coincide en este punto con Ciudadanos), "recuperación de las centrales hidroeléctricas por parte del Estado" (es decir, nacionalización), y garantía por ley del acceso a un suministro mínimo.

El partido de Pablo Iglesias va más allá y se atreve a plantear una "propuesta alternativa a la estreategia energética de la Comisión Europea".

Podemos prevé una movilización anual 15.000 millones de euros en inversión en este plan energético -una cuarta parte del sector público- durante veinte años para transformar el aparato productivo, el modelo inmobiliario y el sistema de transportes español y avanzar así a una economía baja en carbono, según ha declarado a Reuters Nacho Alvarez, de Podemos.

PP y Ciudadanos, más en la sombra

Frente a esta ofensiva de Podemos, y de las posiciones socialistas, ni PP ni Ciudadanos tienen apenas referencias en sus programas a la energía, al menos en los que están colgados en su web, aunque algunos de sus dirigentes se pronuncian en medios y participan en foros junto al resto de partidos.

A primeros de noviembre, en una reunión celebrada en el Congreso de los Diputados con asociaciones de renovables e incluso organizaciones ecologistas, los partidos políticos de ámbito nacional mostraron su apoyo al desarrollo de las energías renovables y señalaron que su apuesta se recogería en sus programas cara al 20-D.

En el debate participaron PP, PSOE, Ciudadanos, UpyD, Podemos, Equo e Izquierda Plural, También asistieron miembros de la Fundación Renovables, Asociación Empresarial Eólica (AEE), la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER), y la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), entre otras.

Días más tarde, PP, PSOE, Ciudadanos, y diputados de CiU coincidieron en la necesidad de un pacto de Estado en materia de energía en un acto de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen).

La diputada del PP Encarnación Jiménez señaló que "hay que pensar que no hay energías de derechas y de izquierdas", y subrayó la importancia de las interconexiones. David López, de Ciudadanos, apuntó que "los pactos van a tomar protagonismo", y abogó por una auditoría del sistema eléctrico, mientras Pilar Lucios reiteró, como Pedro Sánchez, que conviene un Pacto de Estado en temas energéticos.

Pacto hacia dónde

Un Pacto de Estado. Pero ¿hacia dónde? ¿En qué términos? Pueden ilustrar el asunto algunos objetivos -fijados por la Unión Europea- que recoge en su introducción el Libro de la Energía en España en 2014, que acaba de publicar el Ministerio de Industria.

1) Reducir obligatoriamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión por lo menos en un 40 % para 2030 respecto a los valores de 1990",
2) "La cuota de energías renovables dentro del consumo total de energía de la UE en 2030 será como mínimo del 27 %. Este objetivo será vinculante a escala de la UE y se cumplirá mediante contribuciones particulares de cada Estado miembro".

En España hemos pasado por las apuestas del carbón, la energía nuclear, el gas natural, las renovables, ¿y ahora? ¿Cuál debe ser el mix o combinación energética?

Energía verde, energía cara...

La energía verde parece imponerse. Las renovables han pasado en el mix energético de un 2 por ciento en 2004, a más de un 12 por ciento en 2013, según los expertos. El petróleo sigue líder, aunque ha bajado de un 50 a un 43 por ciento hace un par de años, mientras el gas natural sube también: del 15 al 19 por ciento en menos de diez años.

Pero la energía 'limpia' es cara. ¿Quién la va a pagar? Las renovables han estado subvencionadas, y el consumidor ha pagado el pato, porque el recibo de la luz se ha disparado estos años.

Lo reconocía anteayer el titular de Industria, José Manuel Soria: entre 2004 y 2012 el recibo ha aumentado más de un 80 por ciento, pero ahora ha comenzado a reducirse la factura de la luz, asegura.

La verdad es que muy poco ha bajado, porque impuestos y peajes, como las primas a las renovables, han supuesto y suponen en torno a un 50 por ciento de un recibo español que es el tercero más caro de la UE, según Eurostat, detrás de Dinamarca y Alemania (que ha apostado por las renovables en detrimento de la nuclear).

Quizá por eso Ciudadanos alerta sobre los oligopolios en el sector, aunque no figura explícitamente en su programa.

Y ante las propuestas más radicales, directivos de Iberdrola, por ejemplo, han llamado la atención sobre las "ocurrencias en sectores estratégicos", como el eléctrico, porque "son peligrosas", y añaden que "se puede y se debe seguir aumentando la energía renovable".

Y para dar la razón a los que critican un recibo complejo y caro, asegura que hay que "limpiar la tarifa de impuestos locales y regionales".