"Hay que bajar el Impuesto de Sociedades a las empresas que aumenten sus beneficios"

    • Jesús Gascón, director general de Tributos entre 2008 y 2011 y autor de 'Diagnóstico y propuestas para una Reforma Fiscal', cree que de ese modo se mejoraría la actividad y el empleo.
    • "La carga fiscal sobre las rentas del trabajo en España es excesiva y supone un desincentivo para el empleo", asegura.
Jesús Gascón, ex director general de Tributos y autor de 'Diagnóstico y propuestas para una reforma fiscal'.
Jesús Gascón, ex director general de Tributos y autor de 'Diagnóstico y propuestas para una reforma fiscal'.

Jesús Gascón fue director general de Tributos en el Ministerio de Economía y Hacienda entre los años 2008 y 2011, periodo en el que le tocó gestionar la primera oleada de medidas fiscales puestas en marcha por el Gobierno Zapatero para tratar de sellar las vías de agua que la crisis estaba abriendo en el sistema tributario español.

Lejos ya de esa trinchera, acaba de publicar Diagnóstico y Propuestas para una Reforma Fiscal (Estudios Civitas), una tormenta de ideas que plantea una reforma profunda del sistema fiscal con el triple objetivo de dotarlo de coherencia, mejorar su capacidad de generar ingresos y hacerlo más justo y equilibrado.

Lean con atención porque la de Jesús Gascón no puede tomarse como una propuesta teórica más. Estamos ante las opiniones de una de las personas que mejor conoce el marco tributario y los problemas que genera la aplicación del mismo.

La necesidad de una reforma urgente

¿Por qué hay que reformar el sistema fiscal español?

Con el paso de los años ha acumulado problemas importantes. El principal es que presenta una presión fiscal muy baja, de apenas el 32% del PIB, pese a tener unos impuestos muy altos. Esto revela que es un sistema poco eficiente.

Es decir, que estamos ante un problema de ingresos.

Hay un problema recaudatorio grave, pero hay más. El sistema se ha ido descoordinando poco a poco y lo que tenemos a día de hoy es un grupo de impuestos sin ninguna lógica interna.

¿Cómo se debe reconstruir: hay que subir o bajar los impuestos?

Hay que subir unos impuestos y bajar otros. Los candidatos a las subidas son el IVA y los impuestos especiales, y habría que bajar los directos (IRPF e Impuesto de Sociedades) y las cotizaciones sociales.

Demasiados impuestos sobre el trabajo

¿Cuál es su diagnóstico de situación sobre el IRPF?

Tenemos unos tipos muy superiores a la media europea y hay que bajarlos. La carga fiscal sobre el trabajo debería reducirse. Tenemos un problema importante porque en las más rentas más bajas, el efecto agregado del IRPF y las cotizaciones sociales es excesivo.

¿Supone esto un problema para la creación de empleo?

He leído que un 30% de los parados había rechazado una oferta de trabajo. ¡Claro!, si aceptar un empleo significa cobrar un salario reducido, y además sabes que las cotizaciones y las retenciones se te van a llevar buena parte del sueldo que te quede... Tenemos un grave problema con la carga fiscal sobre el trabajo porque crea un claro desincentivo a trabajar.

¿Y que tendríamos que hacer con las rentas del ahorro, equiparlas a la rentas del trabajo?

Yo mantendría la tributación separada de las rentas del ahorro. Lo que haría sería integrar el Impuesto sobre Patrimonio en el IRPF como un sistema de tributación patrimonial mínima.

¿Cómo se haría tal cosa?

El contribuyente declararía sus rendimientos del ahorro igual que ahora y pagaría sus impuestos en función del tipo que le corresponda. La novedad sería que a partir de un determinado nivel de patrimonio -que podría fijarse en 500.000 euros o en un millón- se les aplicaría una imputación patrimonial con un tipo impositivo reducido que podría ser del 1%. De este modo, aquel que ya esté declarando las rentas del ahorro que genera su patrimonio, pagaría por IRPF, y los que tengan patrimonios elevados que no están tributando en Renta, tendrían que contribuir a través del Impuesto de Patrimonio.

¿Cómo encajaría el Impuesto de Sucesiones en este esquema?

Se integraría como gravamen complementario en el IRPF. En realidad, la idea sería reestructurar el Impuesto sobre la Renta y establecer dos gravámenes adicionales: el patrimonial y el sucesorio, por supuesto respetando las competencias de las comunidades autónomas.

Hacia una nueva fiscalidad societaria

Una de las figuras que está más en el punto de mira es el Impuesto de Sociedades. ¿Qué propone para mejorarlo?

La situación actual es de un derrumbe recaudatorio total. Tiene sus causas. En primer lugar, los resultados contables de las empresas han caído en picado y eso afecta a la recaudación impuesto. Además, hay que saber que los beneficios obtenidos en el exterior no tributan en España, están exentos para evitar que las empresas paguen dos veces por el mismo impuesto. Esta disposición exime de tributar en Sociedades unos 21.000 millones de euros.

Muchísimo dinero...

Pero hay otro problema añadido. El Impuesto de Sociedades tiene un régimen especial para grupos empresariales que permite consolidar sus resultados a los 3.000 holding corporativos que existen en España. Este régimen especial supone una reducción de 43.000 millones en las bases imponibles de estos grupos. Se dice que los grandes grupos empresariales pagan pocos impuestos sobre los resultados que presentan, pero es que estos dos factores, el de la internacionalización y el régimen de grupos, reducen cada año sus bases en unos 64.000 millones. Después de eso queda poco que gravar.

¿Qué se puede hacer para detener esa 'sangría'?

Se puede hacer de todo. Desde medidas durísimas como establecer un impuesto mínimo sobre la contabilidad para que todo el mundo pague algo con independencia de cómo le vayan las cosas, a establecer un impuesto puramente contable con un tipo del 12,5%, como en Irlanda, que sería suficiente para sostener la recaudación.

¿Y usted que propone?

Una medida más revolucionaria: reducir el tipo de impuesto a las empresas que mejoren sus beneficios de un año para otro.

¿Bajar impuestos a las empresas que más ganen?

No exactamente a las que ganen más dinero, sino a las que mejores sus resultados respecto a los del ejercicio anterior. Se trata de crear un incentivo fiscal para estimular a las empresas a crecer.

¿Qué se ganaría de este modo?

En el impuesto actual, en el momento en que una empresa supera los 10 millones de facturación empieza a pagar más porque pasa del tipo reducido (25%) que se aplica a las pymes al tipo general (30%). Si algo ocurre en España es que tenemos una carencia de empresas de mediano tamaño que son las que exportan, las que crean empleo y las que pueden cambiar el tejido productivo. Si una empresa crece y aumenta su beneficio, ¿qué sentido tiene castigarla? Más aún, cuando el Estado es el principal accionista de la mayoría de las empresas españolas, ya que se queda con entre el 25% y el 30% del beneficio que éstas generan.

¿Cómo funcionaría ese nuevo Impuesto de Sociedades?

Mi propuesta sería reducir entre cinco o diez puntos el tipo impositivo a pagar por las empresas por el exceso de base imponible que presenten respecto al año anterior. Ya no sería decir, "si tú eres muy pequeñito te bajo el tipo", lo importante es que una vez que se hayan consolidado se planteen crecer.

¿Se recuperarían así los niveles de recaudación anteriores a la crisis?

Se engañan los que piensan que este impuesto puede volver a recuperar los niveles de recaudación de los años del boom inmobiliario. En primer lugar, porque en 2007 el sector financiero y el inmobiliario representaban el 45% de los beneficios de las empresas españolas y ahora están por debajo del 30%. En segundo lugar, porque la cada vez mayor internacionalización de las empresas hará que éstas paguen impuestos en otros países. Y, finalmente, porque las bases imponibles negativas de los últimos años y los créditos fiscales acumulados van a lastrar la recaudación durante los próximos años. El escenario es que se pueda recaudar un poco más de lo que se consigue ahora, pero será imposible llegar a los niveles anteriores a la crisis.

¿Se puede hacer algo para que las grandes multinacionales no paguen tipos efectivos de impuesto cercanos al 0%, como ha dicho el ministro Montoro?

Ese debate tiene algo de falso. Muchas de nuestras grandes multinacionales tienen beneficios porque están ganando dinero en Latinoamérica y Asia, y esos beneficios no tributan en España sino en los países donde se obtienen. Si miras sus resultados en España, lo que pagan en impuestos no es sorprendente. El gran debate no está en lo que pagan las empresas españolas que están internacionalizadas sino en lo poco que pagan las empresas multinacionales mundiales, que pueden situar las bases imponibles en los países que más convienen a sus intereses.

¿Y cómo se puede resolver el problema fiscal planteado por los Google, Amazon y demás?

En mi opinión, habría que ir a un modelo que tuviera en cuenta a la hora de pagar impuestos la estructura y el volumen de negocio que estas empresas tienen en cada país. Es decir, mirar qué parte de la plantilla de la empresa está en España, qué porcentaje de sus activos totales, qué parte de sus ventas y qué representan éstas en su facturación global. Si tú obtienes el 5% de tus ventas en España, no puedes pagar el 0,2% de tus impuestos aquí. ¿Cómo se puede articular? Pues haciendo que las empresas que no cumpliesen esta regla de coherencia no se pudieran aplicar ningún incentivo fiscal.

El eterno problema del IVA

¿Veremos más subidas del IVA en España?

No creo que sea posible subir más el tipo general del IVA ahora. Cuando se pueda hacer es el principal candidato a una subida de impuestos. En mi opinión, ésta debería compensarse con bajadas en otros impuestos con mayor impacto en la economía como el IRPF o las cotizaciones sociales.

¿Se cuenta usted entre los partidarios de eliminar los tipos reducidos del impuesto?

Existe un consenso general de que los tipos reducidos y superreducidos de IVA tienen un efecto muy limitado en términos de progresividad y redistribución. Ay de quien quiera hacer una política redistributiva con el IVA, para eso está la política de gasto y los impuestos directos.

¿Qué habría que hacer en su opinión?

Suprimir los tipos reducidos del 4% y el 10% del impuesto y, en paralelo, establecer medidas compensatorias a través del IRPF para las rentas más bajas, que serían las que más sufrirían esta medida. Se dice que suprimir los tipos reducidos es poco progresista, pero nadie diría que Dinamarca es un país poco progresista y aplica un tipo único del 25% en el IVA.

También recaudamos menos que el resto de Europa con impuestos especiales...

Estamos a la cola de la UE en porcentaje de recaudación por estos impuestos en relación con el PIB y por ahí hay margen para la subida. Pero el problema no es ese, sino que los impuestos especiales que tenemos en España persiguen finalidades extrafiscales: si tú lo que persigues subiendo el impuesto sobre la gasolina es promover un consumo más eficiente, no vas a recaudar más; si subes el impuesto sobre el tabaco para que se fume menos, no vas a recaudar más...Las subidas con fines simplemente recaudatorios lo que puedan hacer es retraer el consumo y deprimir más la recaudación.

Nuevamente, entonces ¿qué habría que hacer?

La línea de armonización europea más clara es gravar la emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero. La intención de Bruselas es definir un espacio fiscal único en toda Europa para gravar esas realidades. El problema que tenemos en España es que se están haciendo cosas a nivel autonómico sin tener en cuenta las líneas de armonización en las que se mueve la UE. Deberían sentarse Estado y comunidades autónomas para definir el patrón según el cual se van a gravar estas nuevas realidades fiscales para no ir en dirección contraria al resto de Europa.

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