La creación, anunciada ayer, de un banco conjunto participado al 50% por Banco Popular y el grupo francés Crédit Mutuel está hecha a la medida de las necesidades del banco español, tocado por su fuerte exposición al crédito promotor y pillado en algunas de las grandes suspensiones de pagos y refinanciaciones del sector inmobiliario español.
La entidad que preside Ángel Ron libera 2.000 millones de euros en créditos de los que 120 corresponde a promotores –en cualquier caso, Popular es dueño del 50% de los activos que traspasa- y obtiene unas plusvalías de 367 millones que le van a permitir cumplir más que se sobra con las obligaciones contables que impone el Banco de España.
Curiosamente, los 120 millones citados son la misma cantidad que Popular destinó al cierre del tercer trimestre a dotaciones cautelares por la posible pérdida de valor de los inmuebles en cartera, frente a los 140 de un año antes. Hasta marzo, la tasa de morosidad era del 4,91%.
En estos momentos, la cartera de inmuebles de Banco Popular está valorada en 2.757 millones de euros, de los que el 20% está provisionado. Con las plusvalías obtenidas por la entrada de Credit Mutuel en el banco de nueva creación, Popular puede llegar al 30% de cobertura que exige el Banco de España –supondría otros 275 millones- y destinar el resto a reforzar su solvencia.
Fuentes del banco aseguran que el destino del dinero no está totalmente decidido, aunque explican que el cumplimiento de las nuevas exigencias contables del Banco de España es uno de los objetivos que más posibilidades tiene. Pero, en cualquier caso, las grandes cifras de la operación –Popular sólo traspasa el 2% de su volumen de negocio total- no son especialmente relevantes.
Los 120 millones de crédito promotor que saltan desde el banco español a la entidad de nueva creación reducen apenas un 1,6% el crédito total de esta modalidad, de 7.300 millones de euros.Esta última cifra, que se ha convertido en una de las principales rémoras del tercer banco español, supone el 7,5% de la cartera de créditos total, de 97.657,8 millones al cierre del primer trimestre.
Por lo tanto, el porcentaje de crédito promotor que se traspasa al nuevo banco, el 6% del total, es más bajo que la media del banco. Además, según fuentes cercanas a la operación, estos préstamos están totalmente provisionados y son de riesgo muy bajo.
Ejercicio de imaginación
La operación, en la que Popular traspasa 123 de las 2.085 oficinas con las que cuenta en España, supone otro ejercicio de imaginación por parte de un banco español para generar plusvalías a partir de activos que se mantienen en el balance.
“La operación tiene toda la lógica para Popular y, a primera vista, ninguna para Crédit Mutuel. Salvo que el nuevo banco sea la vía de acceso del grupo francés al mercado español para adquirir los activos que vendan las cajas y aprovechar el conocimiento del mercado y la capacidad de gestión de Popular”, asegura el analista de una firma de valores que prefiere no ser citado.
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