Presidencia yemení y hutíes acuerdan abrir un diálogo para resolver crisis

  • El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el movimiento chií de los hutíes han acordado iniciar un diálogo para poner fin a sus diferencias, agravadas por la continua expansión militar de los segundos por el país.

Saná, 6 ene.- El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el movimiento chií de los hutíes han acordado iniciar un diálogo para poner fin a sus diferencias, agravadas por la continua expansión militar de los segundos por el país.

Según informó hoy la agencia oficial yemení Saba, las partes formaron una comisión conjunta para abordar los asuntos en disputa y lograr la aplicación del acuerdo firmado el pasado 21 de septiembre, después de que los milicianos chiíes tomaran la capital Saná.

Siete consejeros presidenciales se entrevistaron anoche con el líder chií, Abdelmalek al Huti, en la provincia septentrional de Saada, controlada por el movimiento desde 2010.

La citada comisión, cuya creación ya recogía el acuerdo de septiembre, estará encargada de buscar soluciones a los actuales problemas, como es el rechazo de los hutíes a la división del país en seis regiones o la expansión de este grupo.

Ambas partes también acordaron redoblar sus esfuerzos para llegar a una solución que contribuya a mejorar la seguridad y la estabilidad de Yemen, según Saba.

El acuerdo firmado en septiembre estipulaba la participación de los hutíes en un nuevo gobierno -formado tras la dimisión del anterior por presión del grupo chií-, y la retirada de sus milicianos de la capital y otras zonas.

Sin embargo, el movimiento chií no ha cumplido con el último punto y de hecho ha continuado extendiendo sus dominios hacia el sur y el oeste del país, controlando en la actualidad siete provincias, incluida Saná.

Estos avances han desencadenado enfrentamientos con clanes suníes y con militantes de Al Qaeda, recientemente en la provincia de Mareb, donde estos grupos intentan evitar que los campos de gas y de petróleo caigan en manos de los chiíes.

Ayer, la explosión de un artefacto en una de las sedes del movimiento hutí en Saná causó heridas a cinco personas y grandes destrozos materiales, mientras que un día antes, un estallido similar en Zemar se saldó con seis muertos.

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