Primeras impresiones con el iPad Pro: una bestia a prueba de portátiles

    • Potencia bruta a precio de MacBook Air.
    • ¿Sustituirá al ordenador para trabajar? Si no lo consigue, no se quedará muy lejos.

Cuando Steve Jobs introdujo el iPad, el mandamás de Apple lanzó un claro mensaje a la industria: el PC está muerto y ha llegado la hora de una nueva categoría de producto. El PC, contra el pronóstico de muchos, aguantó el envite. Basta con ver la facturación de los Mac en el último trimestre de Apple, que ha aumentado. Pero, por el camino, la firma de la manzana se inventó un nuevo nicho de mercado.

El iPad, un dispositivo inútil hasta que tienes uno entre manos y ya no puedes vivir sin él, ha empequeñecido con el paso de los años. Y no hablo de una cuestión de tamaño. La vida media es más larga que la de un teléfono y la falta de novedades de bulto lo han arrinconado a un grupo cada vez más pequeño de consumidores. La llegada del modelo Plus del iPhone ha canibalizado aún más las ventas de un sector de compradores que quiere una pantalla más grande pero no a costa de un segundo dispositivo.

Así que la jugada de Apple pasa por pensar a lo grande y redoblar esfuerzos con el iPad. El Pro es puro músculo, en casi todos sus sentidos. El chip A9X no tiene nada que envidiar en rendimiento a los portátiles de Apple y todo ello en una pantalla de 12,9' -en este momento estoy escribiendo este texto en un Air de 11'- y cuyo peso anda parejo al de un iPad entre el segundo y el cuarto modelo.

¿En qué se traduce esta potencia desmedida? Según Apple, en un dispositivo capaz de suplantar al PC. En La Información todavía no hemos podido probarlo a fondo como para dar un veredicto a favor o en contra, pero a primera vista puede actuar, por lo menos, como parche en situaciones de emergencia. El mayor problema que plantea el iPad Pro como dispositivo para trabajar es el uso de iOS cuando quizá sería más conveniente que utilizara la última versión de OS X, Yosemite.¿Me lo compro?

Apple ha abierto hoy las reservas del iPad Pro, que estará en tiendas antes de que finalice la semana. ¿Es un producto indispensable? A primera vista no lo parece... salvo para un target muy concreto del mercado: ese que necesita una herramienta de trabajo que le permita la multitarea, que sea ligero y cómodo.

El añadido de un teclado y un lápiz, que Apple no quiere llamar stylus sino Apple Pencil, son los argumentos con los que la firma pretende arrastrar al comprador de PC para que de una vez por todas abandone una herramienta propia de las últimas décadas del siglo XX. Y aunque añaden ese toque extra que le acerca a un ordenador, todavía debe pasar la prueba del tiempo para saber si puede estar a la par en cuanto a prestaciones.

Por precio, el más económico cuesta 899 euros y tiene 32GB de almacenamiento, la tableta está casi a la par que un MacBook Air, cuyo modelo más económico está en 999 euros. ¿Sustituye uno al otro? A primera vista, no. Pero el iPad Pro ha llegado para hacer frente a la Microsoft Surface Pro y para intentar hacer un agujero todavía más grande en las ventas del PC. Toca esperar un par de trimestres fiscales para saber si Apple ha dado esta vez con la tecla.

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