¿Puede repetirse una foto así en España el 29-S?

  • El 5 de mayo, Grecia vivió su huelga general más cruenta: tres muertos, edificios en llamas y una nube de gases lacrimógenos. ¿Se podría repetir la jugada en España este miércoles? No parece posible, ni por el acuerdo entre Gobierno y los sindicatos para los servicios mínimos, ni por la situación de los mercados.
Un antidisturbios griego en la huelga general del país el pasado 5 de mayo
Un antidisturbios griego en la huelga general del país el pasado 5 de mayo
lainformacion.com
E.Utrera/R.Ugalde

El pasado 5 de mayo, Grecia se echó a la calle en la que fue la mayor movilización de las últimas tres décadas en el país heleno. Era la cuarta huelga general del año en un país paralizado por una crisis económica sin precedentes, en el que se acababa de anunciar un dramático plan de ajuste de 30.000 millones de euros.

Casi cinco meses más tarde, le ha llegado el turno a España. ¿Se puede repetir en España una situación similar? No parece posible. Ni la situación de los mercados financieros, ni la respuestas de los sindicatos a los recortes en España hacen prever un escenario parecido.

Y eso que el plan de ahorro español también es drástico: 50.000 millones de euros hasta 2013. El gran tijeretazo se producirá entre este año y el próximo, después de que Bruselas haya obligado al Gobierno español a adelantar un ajuste de 15.000 millones, inicialmente previsto para más adelante.

Los grandes damnificados son los funcionarios, que pierden una media del 5% de su salario durante dos años, y los jubilados, que han visto como sus pensiones han sido congeladas, excepto las mínimas.

Pero ninguna de estas drásticas medidas, aprobadas apenas una semana después de la gran huelga griega, hicieron salir a la calle a los sindicatos. Tampoco la reforma raboral, que el Gobierno firmó el pasado mes de junio, tuvo una respuesta inmediata, sino que ha habido que esperar tres meses para ver en la calle pancartas de protestas.

Esta dispar respuesta a los ajustes de uno y otro país es la primera gran diferencia entre España y Grecia, que más allá de las dudas despertadas por sus deudas y los drásticos tijeretazos impuestos por Bruselas, guardan pocas similitudes también en el terreno económico.


Los mercados, más relajados

La huelga general llega a España en un momento en el que los mercados financieros están mucho más relajados que en mayo, cuando la viabilidad de las economías mediterráneas estaba totalmente en entredicho.

Entonces, el diferencial del bono español con el alemán –la prima de riesgo- se disparó hasta unos casi insostenibles 220 puntos básicos en la primera quincena de junio, en pleno desplome de Grecia. Hoy, en cambio, a los bonos españoles y a los germanos los separan 186 puntos, una cifra no idílica, pero que dista mucho de los peores momentos de la crisis.

Las bolsas también se han calmado en los últimos cinco meses, y desde los 9.635,2 puntos en que cotizaba el Ibex 35 el 5 de mayo, el selectivo se ha revalorizado algo más de un 10%, hasta los 10.613 puntos.

El escenario casi bélico en que se desarrolló la violenta huelga general del 5 de mayo llevó a la bolsa griega a caer un 3,9% ese día, algo que los analistas descartan en esta ocasión en España. "No va a tener impacto algo. Como mucho puede haber una caída del volumen de contratación", asegura Milagros Puelles, de Mercagentes.

Para Nicolás López, de MG Valores "aunque la huelga sea un éxito, entendiendo por éxito que se paralicen los transportes y por lo tanto el país, el mercado tiene claro que no va a cambiar la política del Gobierno ni sus medidas. A lo mejor hay algo menos de actividad. En la última huelga general la negociación bajó bastante".

Posibles actos violentos

Donde siguen abiertos todos los interrogantes es en el grado de crispación que puede vivirse en las calles durante el 29-S. En principio, los sindicatos se muestran tranquilos y confían en que no haya problemas, aunque admiten que puede haber disturbios puntuales.

En concreto, desde CCOO señalan que los abusivos servicios mínimos marcados por la Comunidad de Madrid –un 50%- podría desencadenar algún conflicto en los transportes, ya que los representantes de los trabajadores no pueden garantizar las aspiraciones dictadas por Esperanza Aguirre, al no haber llegado a ningún acuerdo. En cambio, aseguran que se desarrollarán con normalidad otras actividades como las sanitarias.


Las más de 10.000 personas que participarán en los piquetes informativos en la Comunidad de Madrid se concentrarán esta misma tarde, a las 20.30 horas, en la Puerta del Sol. Desde allí, tras escuchar las arengas que pronunciarán Cándido Méndez y José Ignacio Fernández Toxo, empezarán a distribuirse por toda la región, con los grandes intercambiadores de transporte como principales objetivos.

A las 23.00 horas del martes, estos piquetes comenzarán su labor en los servicios de limpieza. Cinco horas y media después, llegarán a las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y, a partir de las nueve de la mañana, estarán presentes en todos los grandes nudos de comunicación de la capital: Atocha, Chamartín, Avenida de América y Nuevos Ministerios.

La misma operativa funcionará en el resto de España, donde el denominador común de la huelga será conseguir paralizar el máximo posible los transportes, para dificultar a aquellos trabajadores que no secunden el paro poder acudir a su puesto de trabajo.

Además, las escenas violentas vividas en el pasado han llevado a algunos pequeños comerciantes a optar por cerrar el miércoles. Por ejemplo, gran parte de los establecimientos de la madrileña calle Ciudad de Barcelona, próxima a Atocha, han decidido no abrir ese día, para evitar problemas con los piquetes informativos.

"En la última huelga, rompieron los cristales de un bar que había decidido abrir y, como el seguro no cubre el supuesto de huelga, al final le costó más el nuevo cristal que la caja que hizo aquel día", señala la empleada de un comercio de Ciudad de Barcelona.

A pesar de que no pueden descartarse actos violentos, resulta muy difícil imaginar unos disturbios como los vividos en Grecia el pasado mayo, cuando fallecieron tres personas, asfixiadas por el incendio de una sucursal bancaria en Atenas.

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