¿Qué se esconde detrás de la desaceleración china? Los expertos creen que continuará

    • Desde el intento de acabar con la burbuja inmobiliaria a la lucha contra la corrupción afectan a la economía del gigante asiático.
    • Potencias como Estados Unidos han expresado su preocupación por la inestabilidad en Pekín.

El aparente final de la crisis está viniendo acompañado de turbulencias en la segunda mayor economía del mundo: China. El gigante asiático ha anunciado una rebaja de su crecimiento de su PIB para el tercer trimestre - el peor dato desde 2009 -, mientras que su previsión anual se sitúa en la más baja de los últimos 25 años. Una "nueva realidad" – en palabras del gobierno de Pekín-, que los expertos aseguran que continuará.

La situación económica en China ha sido especialmente tensa en los últimos meses. El sube y baja en verano de la bolsa en el gigante asiático hizo temer por una explosión de su economía, que registra signos de fatiga patentes. La devaluación del yuan por sorpresa en agosto hizo que cundiese el pánico en los parqués de medio mundo. El camino hacia una economía más moderna está resultando una transición complicada de gestionar para los líderes chinos.

La brusca bajada de la bolsa china hizo temer por la salud económica de los minoristas, que suponen los inversores mayoritarios en el mercado de valores – el 80% -. La burbuja en la bolsa supone un riesgo para todos estos pequeños inversores, que podrían verse en la estacada y reducir el consumo que ha apoyado el crecimiento de China en los últimos años.La ralentización continuará en 2016

La tónica general entre varios analistas mundiales es que la ralentización continuará durante el próximo año. Otros datos, como la desaceleración del IPC en septiembre, o el bajón en el mercado inmobiliario – que lastra a otros sectores de la economía - anuncian movimientos por parte del gobierno de Pekín, que intenta afrontar esta situación.

El gobierno chino está comprando edificios para intentar frenar un posible estallido de la burbuja inmobiliaria. El Ejecutivo intentaría de esta manera aliviar la situación de los constructores en el país. El exceso de oferta de vivienda en el país está hundiendo los precios y una frenada en seco podría tener consecuencias nefastas para la economía mundial.

Y es que la situación en China amenaza con lastrar a otras economías globales en plena recuperación. De esta manera, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos explicaba en un documento en septiembre que los datos de desaceleración, unida a un dólar fuerte, puede ser un problema para la economía estadounidense, que se encuentra en plena recuperación. La gran presencia de deuda estadounidense en manos de chinos es otro punto peliagudo para Washington, que podría verse debilitado por el peso del país asiático en su economía.

Algunos analistas, como David Daokui Li– asesor del Banco Central chino – han llegado a afirmar que uno de los factores que está provocando el freno en la economía del país es la lucha contra la corrupción. El hecho de que el Ejecutivo chino examine con lupa a sus funcionarios ha motivado que estos se muestren más reacios que antes a nuevas inversiones.

China se enfrenta a un cambio de modelo en una transición muy delicada. El ejecutivo chino debe efectuar las reformas con la mayor de las cautelas posibles, ya que una ruptura brusca de la economía del gigante asiático, tendría consecuencias nefastas para todo el mundo, llevándose por delante cualquiera de los síntomas de tímida recuperación.

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