¿Quieren quitar la silla a Draghi? Merkel no le ve... pero él dice que sus medidas son unánimes

Draghi gana tiempo en su enfrentamiento con Merkel y se escuda en que sus decisiones son unánimes. La última, mantener los tipos en el 0,05%. Sus enfrentamientos con Weidmann están más que claros. Las malas notas de los bancos italianos en los test de estrés no son una ayuda para el hombre que hace cambiar los mercados con unas solas palabras.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, vive sus momentos más bajos. Quien hace 28 meses pasó a la historia gracias al célebre "haré lo que haya que hacer y, créanme, será suficiente" para salvar el euro,es hoy un hombre acosado desde todos los frentes: el institucional -el Bundesbank alemán ha emprendido una feroz campaña a la que empiezan a apuntarse otros banqueros centrales- y el coyuntural -la inflación y los PIB europeos no ofrecen más que señales de debilidad-.

El resultado es queel hombre más respetado por los mercados financieros por su valentía y su ausencia de complejospara hacer frente a los grandes problemas de la zona euro empieza a ser cuestionado por su entorno, que recela de su creciente independencia y de los usos y costumbres que emplea al frente del BCE.

El problema de fondo es que mientras el banquero italiano cree que el BCE tiene que ser mucho más que un estricto vigilante de la evolución de los precios si se quiere salvar el 'match ball' de una tercera recesión en Europa,en Alemania creen que Draghi se está extralimitando.Y mucho.

Aunque el Bundesbank también es consciente de que la zona euro no puede salir de esta sin las medidas no convencionales que a la primera economía de la Eurozona tanto le ha costado aceptar, su presidente, Jens Weidmann cree que Draghi es demasiado transparentey que está creando entre los inversores unas expectativas demasiado altas. Una cosa es decir que sales de compras y otra decir cuánto vas a comprar. Y a Alemania no le gusta nada que Draghi ponga sobre la mesa de los inversores información que cree que no debe salir del consejo de gobierno del BCE.

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy los tipos de interés en la zona del euro en el mínimo histórico del 0,05 %, ante el estancamiento de la economía.

La institución europea informó de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 0,30 %, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el -0,20 %.

El euro cayó un poco y se cambiaba a 1,2511 dólares, frente a los 1,2525 dólares a media jornada, después de que la entidad monetaria mantuviera sus tasas de interés rectoras, algo que ya habían descontado los mercados.

El presidente del BCE, Mario Draghi, sigue empeñado en que el BCE entidad a aprobar más medidas no convencionales para apoyar el crédito en caso necesario, como la compra de deuda soberana en grandes cantidades, algo conocido como expansión cuantitativa.

El economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer, prevé que el BCE acometerá el próximo año las compras de bonos soberanos. El Banco de Inglaterra también mantuvo los tipos de interés, en el mínimo histórico del 0,5 %, así como el alcance de su plan de compra de activos al que ha destinado 375.000 millones de libras (470.000 millones de euros).

La Comisión Europea pronosticó esta semana un modesto crecimiento económico y apuntó a que seguirán las altas tasas de desempleo en la Unión Europea y en particular en la zona euro. Se han reducido las expectativas respecto a Alemania, Francia e Italia, pero han aumentado respecto a Irlanda y España.

La Comisión también ha revisado a la baja las previsiones de inflación para la zona del euro. Es posible que Draghi se pronuncie también en la rueda de prensa sobre informaciones de prensa según las cuales existen fuertes divergencias en el seno del BCE y algunos miembros del consejo de gobierno están muy descontentos con su forma de actuar.