La moneda doméstica sufrió un retroceso de 0,72% con respecto al jueves, cuando cerró en 3,85 unidades por billete verde (-1,35%). En la semana cayó 0,49%.
El real continúa acercándose así a las 3,9 unidades por dólar siguiendo la tendencia a la baja que ha mostrado en los últimos meses en medio del complejo clima político y económico que enfrenta Brasil este año.
Está en su menor valor desde octubre de 2002, cuando los mercados reaccionaban a la primera elección del expresidente Lula da Silva.
La séptima economía del mundo recorre su quinto año de bajo o nulo crecimiento, mientras el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff enfrenta un torbellino político con pérdida de popularidad y poca fuerza para negociar, además de los coletazos de un megaescándalo de corrupción en Petrobras.
El miércoles la agencia de calificación internacional Standard and Poor's bajó la nota de la deuda soberana de Brasil al grado especulativo ante su incapacidad de llevar adelante un ajuste fiscal.
Para contener el real, esta semana el Banco Central ha promovido subastas de venta directa de dólares además de los programas de venta futura que ya realiza hace tiempo.
En lo que va del año, el real se depreció 31,3% tras la nueva caída del viernes. En 2014, la moneda brasileña cerró con una pérdida de 13%.
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