República Checa invita a los turistas a un "safari" por sus minas

  • Dos compañías mineras de República Checa proponen a los turistas un recorrido en camionetas 4x4 por los impresionantes campos de lignito del norte del país, un "safari minero" de varias horas que cada año atrae a más visitantes.

"Estamos ante una mina a cielo abierto inaugurada en 1901" indica el guía y antiguo minero Josef Gerthner a un grupo de visitantes, que están ocupados tomando fotos a las imponentes excavadoras que aparecen a lo lejos.

Con cascos protectores obligatorios, los 18 aventureros se suben a un vehículo todo terreno para ir a un "safari minero" de 4 o 5 horas, a través de este lugar en Most, una ciudad en el norte de la República Checa.

Desde su lanzamiento en 2009, el tour ha llamado la atención de 16.500 aficionados que han venido desde distintas partes del mundo. Los circuitos son generalmente reservados dos meses antes, por un módico precio de 150 coronas (6 dólares). Los ingresos sirven para financiar el museo local de la mina.

"Es fantástico poder estar tan cerca" exclama Premysl Maly, un informático de Praga, al admirar delante de él una excavadora de 160 metros de largo, de 52 metros de alto y que pesa 4.300 toneladas.

En vez de perseguir leones para tener fotos como trofeos, los turistas pueden llenar bolsas en plástico con pedazos de roca, bajo la supervisión del guía.

Las minas visitadas están siempre en actividad y se pueden ver las excavadoras moverse.

Todavía quedan 750 millones de toneladas de lignito para extraer, declaró Gerthner al dirigir su mirada hacia el pueblo vecino de Horni Jiretin. Es suficiente para conservar a la compañía minera en actividad durante un siglo más.

Sin embargo el proyecto de expansión de la mina, que tiene como costo la destrucción del pueblo, ha enojado a los ecologistas. Los especialistas descartan no obstante el peligro de deslizamientos del terreno provocados por la extracción y susceptibles de poner en riesgo un castillo vecino.

"Estoy contenta de haber tenido la oportunidad de ver todo esto. Había escuchado hablar del castillo" dijo Marta Galiova, habitante de una región minera del oriente de país, enfrentada a la contaminación.

Para darle espacio a la extracción del carbón, la ciudad de Most tuvo que desplazar 841 metros su iglesia. Gracias a ello, el libro Guinness de los récords incluyó este acontecimiento como el traslado del objeto más pesado en haberse transportado en rieles.

Un aeropuerto, una pista de automovilismo, un campo de tiro y un cementerio encontraron su lugar en los inmensos cúmulos de tierra tomada de las minas locales.

De igual manera ocurrió con el hipódromo, abierto en 1997, donde los caballos galopan sobre estos 237 millones de metros cúbicos de tierra, acumulados desde hace más de 40 años.

La extracción de lignito es un tema candente en República Checa, un país de 10,5 millones de habitantes y miembro de la UE, debido a las limitaciones en vigor desde 1991 que a los lobbies mineros les gustaría levantar.

El gobierno checo de centro-izquierda tiene que tomar una decisión a finales de este año. Una opción es simplemente levantar los límites en una única mina, que se encuentra lejos de las zonas habitadas.

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