Revés electoral y problemas económicos empujan cambios en Gobierno argentino

  • El revés electoral sufrido por el oficialismo en Argentina y los problemas en el frente económico, en particular la inflación y la presión cambiaria, obligaron a la presidenta Cristina Fernández a renovar parte de su Gabinete como primera medida tras el reposo médico obligado por una neurocirugía.

Natalia Kidd

Buenos Aires, 19 nov.- El revés electoral sufrido por el oficialismo en Argentina y los problemas en el frente económico, en particular la inflación y la presión cambiaria, obligaron a la presidenta Cristina Fernández a renovar parte de su Gabinete como primera medida tras el reposo médico obligado por una neurocirugía.

Nada más reincorporarse a sus funciones después de cuarenta días de reposo, Fernández removió a tres ministros, entre ellos el jefe de Gabinete, y nombró a un nuevo presidente en el Banco Central.

La Jefatura de Gabinete deja de estar a cargo de Juan Manuel Abal Medina, abogado de profesión, para ser comandada por un contador con especializaciones en Administración y Políticas Públicas, Jorge Capitanich, hombre con experiencia en la gestión ejecutiva, ya que era gobernador de la norteña provincia de Chaco desde 2007.

Capitanich ya fue jefe de Gabinete, entre enero y mayo de 2002, durante la presidencia provisional de Eduardo Duhalde, y hasta fue por dos días ministro de Economía, en diciembre de 2001, tras el fin del gobierno de Fernando de la Rúa en medio de una se las peores crisis económicas que recuerde el país.

Por una parte, la designación del gobernador denota el sesgo económico que apura la renovación ministerial y, por otro lado, un premio al excelente resultado logrado por el kirchnerismo en Chaco en los comicios legislativos del 27 de octubre, en los que el oficialismo cosechó duras derrotas en los distritos más poblados del país.

Pero hay más: hace menos de una semana, el propio Capitanich no descartó pelear por la Presidencia en 2015.

De ahí que no son pocos lo que creen que Fernández, ya sin posibilidades de una reforma constitucional que le permita optar a un tercer mandato consecutivo, coloca al gobernador chaqueño en uno de los puestos más relevantes de su Gobierno para promoverle como sucesor.

Por otra parte, el revés electoral en las legislativas en pleno reposo de Fernández cristalizó las diferencias al interno del Gobierno, entre ellas las del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, uno de los hombres de mayor confianza de la mandataria, y el propio Abal Medina.

Otra de las internas era la desatada en el seno del equipo económico, con dos sectores: el hasta ahora ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, por un lado, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por otro.

Las diferencias se centraban en las políticas para hacer frente a la alta inflación, las tensiones cambiarias y la pérdida de reservas monetarias, un conjunto de problemas alimentados por la fuerte emisión monetaria, las restricciones en el mercado de divisas insuficientes para frenar la salida de dólares y los abultados pagos de deuda sin financiación externa.

En la puja, a la luz de la decisión adoptada por Fernández, perdió la dupla más moderada: Marcó del Pont fue relevada de su puesto y Lorenzino será el nuevo embajador ante la Unión Europea.

Además, Lorenzino pasará a comandar una unidad ejecutiva de reestructuración de deuda, organismo cuyos objetivos no han sido revelados de momento y que se creará en el ámbito del Ministerio de Economía, cartera que ahora estará presidida por su antiguo subalterno, el joven Kicillof.

El otro cambio ministerial afecta al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, una cartera central para un país que es uno de los principales productores agropecuarios y exportadores de granos del mundo.

Quien hasta este lunes lideraba ese ministerio, Norberto Yauhar, no logró durante su gestión mejorar las relaciones entre el Gobierno y los dirigentes rurales, quebradas tras el severo conflicto agropecuario de 2008.

Pero además Yauhar es una de las caras de la derrota del oficialismo en las legislativas de octubre, ya que el ahora exministro fue vencido en su distrito, la sureña provincia de Chubut, como candidato a diputado.

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