Rohani espera una victoria de los moderados en elecciones en Irán

  • Casi 55 millones de iraníes están convocados a las urnas el viernes para las primeras elecciones desde el acuerdo nuclear de julio pasado, que el presidente moderado Hasan Rohani quiere capitalizar para reforzarse frente a los conservadores.

Los iraníes renovarán a los miembros del Parlamento y de la Asamblea de los Expertos (los religiosos encargados de nombrar y reemplazar al guía supremo), ambos dominados por los conservadores.

En 2012 los reformistas boicotearon los comicios en protesta contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad en 2009, que consideraban fraudulenta. Dejaban así vía libre a los conservadores.

Mir Hosein Musavi y Mehdi Karubi, los líderes reformistas de entonces, viven desde 2011 bajo un sistema de arresto domiciliario.

Esta vez los reformistas participan en las elecciones y, para aumentar sus posibilidades, presentan listas comunes con los moderados (algunos de ellos conservadores).

Pero el Consejo de los Guardianes de la Constitución, que supervisa la votación y se encuentra bajo control de los conservadores, eliminó a los progresistas más conocidos.

Los iraníes podrán elegir entre más de 6.000 candidatos - entre ellos 586 mujeres - para renovar a los 290 diputados y entre 161 para los 88 integrantes de la Asamblea de los Expertos.

Los resultados de las pequeñas circunscripciones y de las ciudades provinciales se conocerán en 24 horas y los de Teherán tardarán tres días.

Los comicios se celebran seis semanas después del levantamiento de la mayoría de las sanciones internacionales contra Teherán gracias al acuerdo concluido el 14 de julio con las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní.

Este acuerdo histórico, obtenido después de dos años de negociaciones, permite al país salir del aislamiento y reactivar una economía debilitada por casi una década de sanciones.

Rohani, elegido en 2013, confía en que este avance invierta la tendencia en favor de los reformistas y moderados, principalmente en el Parlamento. Esto le ayudaría a aplicar una política de reformas económicas y sociales antes del final de su primer mandato en 2017. Esto y las inversiones extranjeras anunciadas.

Entre las clases populares, con un poder adquisitivo bajo y un desempleo alto, las expectativas son inmensas.

"Los precios han subido mucho", y también el paro, lamenta Fatemeh Hodjati, un ama de casa de 40 años de un barrio marginal del sur de Teherán.

"Pido a los diputados que generen empleo para los jóvenes parados, más numerosos que antes. Muchos de los jóvenes acaban siendo vendedores ambulantes y para ellos es muy duro, ¡una vergüenza!", afirma.

El desempleo ronda 10% y afecta al 25% de los jóvenes, mayoritarios en este país de 79 millones de habitantes.

Pese a haber permitido el acuerdo nuclear, el guía supremo, Ali Jamenei, sigue desconfiando de las potencias occidentales, sobre todo de Estados Unidos, y con frecuencia advierte de una "infiltración" política, económica y cultural.

Este miércoles, último día de campaña, Jamenei pidió un parlamento fuerte frente a Estados Unidos. "El pueblo quiere un parlamento valiente y devoto que conozca sus deberes y no se sienta intimidado por Estados Unidos", dijo.

Los conservadores aplauden este discurso y sus líderes piden el voto para los candidatos que proclaman "Muerte para Estados Unidos". Cientos de personas hicieron suyo el martes este eslogan en un mitin de Gholam-Ali Hadad Adel, su jefe de filas, en una mezquita de Teherán.

A modo de respuesta, los expresidentes Mohamad Jatami (reformista) y Akbar Hachemi Rafsandjani (moderado) pidieron el voto masivo para los candidatos pro Rohani con tal de cortarle el paso "al extremismo".

Entretanto la Asamblea de los Expertos rechazó la candidatura a ese cuerpo de Hasan Jomeini, cercano a los reformistas y nieto del fundador de la república islámica, el ayatolá Ruhola Jomeini. Alega que no ha podido verificar sus "conocimientos religiosos".

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