Rubalcaba inicia “un nuevo tiempo” en su oposición a un gobierno “arrogantemente solo”


El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sigue pensando que la gestión de Mariano Rajoy “merece una oposición durísima, pero España no”, a pesar de lo cual constató ante el Comité Federal que el PP “no quiere acuerdos” y esbozó por ello las alternativas que los socialistas plasmarán en un “nuevo tiempo” de oposición a un Gobierno “arrogantemente solo”.
Rubalcaba sometió su estrategia de oposición al debate en el Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos, reunido a puerta cerrada durante más de nueve horas.
Después, en rueda de prensa, se mostró más cauto de lo que horas antes había sido la vicesecretaria general, Elena Valenciano, que anunció un “cambio de posición” del PSOE y el final de la fase de búsqueda de acuerdos con el PP, todo con el argumento de que ocho meses después se ha constatado que el Gobierno desprecia cualquier oferta de ayuda o acuerdo.
Rubalcaba expuso también esa tesis, la convicción de que el Gobierno “no quiere acuerdos con el PSOE” y el inicio de un “tiempo nuevo” en el que queda menos margen de negociación, entre otras cosas porque se avecina un rescate y el pacto “tendrá que ser con la Troika”.
El PSOE tiene claro que, a partir de ahora, si el Gobierno quiere acordar algo con el PSOE “tendrá que cambiar muchas cosas”, empezando por la política económica, pero Rubalcaba hizo mucho más énfasis en que el Gobierno “merece una oposición durísima, pero España no”.
Rechazó reiteradamente hablar de “endurecimiento” de la oposición y reiteró que para España “sería muy bueno” que hubiera acuerdos, porque internamente ganarían eficacia y hacia fuera “daría una imagen de fortaleza que vendría muy bien”.
Sin embargo, “cuanto más tiempo pasa y el Gobierno más dice no, no y no, más difícil es acordar” con un Gobierno que lo está poniendo “todo patas arriba” y que “no deja títere con cabeza”.
Elena Valenciano avanzó que el PSOE presentará un Presupuesto alternativo, una propuesta fiscal y una proposición de ley de “sostenibilidad social”, y Rubalcaba detalló esos retos inminentes en los que intentarán aglutinar esa mayoría social que creen que el PP ha perdido porque además de ser “antisocial” ha demostrado ser “incompetente” en la gestión económica.
Rubalcaba ultima una propuesta para subir la fiscalidad a grandes fortunas y patrimonios, algo que, insisten, no han inventado los socialistas franceses porque ahora lo proponen también los conservadores ingleses. Quieren también modificar el Impuesto de Sociedades para incluir un mínimo a las deducciones, y “poco a poco ir homologando” la tributación de las rentas de capital a las del trabajo.
También sugerirán revisar las deducciones del IRPF a las grandes rentas vía planes de pensiones y seguros, introducir impuestos verdes, implantar un mínimo estatal a las donaciones y sucesiones, o eliminar la exención del primer año en los grandes premios de Loterías y Apuestas del Estado.
Todo ello, explicó, permitiría “revisar” la subida del IVA y recuperar gasto en sanidad, educación, I+D+I, desempleo, dependencia, para fomentar las exportaciones o para planes específicos de empleo.
"ESTABILIDAD SOCIAL"
Además, igual que el Gobierno aprobó una Ley de Estabilidad Presupuestaria al amparo del artículo 135 de la Constitución que fue modificado por PSOE y PP en la anterior legislatura para incluir ese compromiso, Rubalcaba propondrá una ley de “estabilidad social” para garantizar la viabilidad y eficacia de los servicios públicos y también la igualdad de los ciudadanos en el acceso a ellos.
Rubalcaba aseguró que el debate en el Comité Federal fue “fructífero y muy participativo”, y la Comisión Ejecutiva que dirige se siente “ampliamente respaldada”, lo cual incluye su estrategia de oposición “útil y responsable”, más allá de “matices”. Nadie, aseguró, ha cuestionado la tarea de la dirección.
Con esas mimbres el PSOE preparará la Conferencia Política de noviembre, en la que quiere “mejorar la organización” interna para ser un partido “más eficaz” pero, sobre todo, traer a España las soluciones a la crisis económica que se están fraguando en Europa, en la socialdemocracia como respuesta a los imperativos de los conservadores.
El PSOE quiere dar relevancia al Parlamento, por ejemplo en el debate del memorandum de entendimiento ante el rescate, si finalmente lo hay, y rechaza la defensa del referendum como solicita el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.
De hecho, Rubalcaba reconoció que no contestó “nada” a esa sugerencia porque se centró “en los grandes temas” de debate en el Comité Federal. Lo importante, aseguró, es garantizar que, si hay rescate, hay “un control parlamentario” de las condiciones que se pactan para que lo vuelva a haber una “negociación clandestina” como la de la ayuda al sistema financiero.
Rubalcaba pidió además al Comité Federal “tomar nota” de la creciente tensión territorial entre Cataluña y España, entre CiU y el PP a pesar de que siguen pactando, y subrayó la importancia de los socialistas catalanes y de su papel en ese escenario.
“Hay que entenderles, apoyarles”, aseguró, pero sin hablar abiertamente de la apuesta por la España federal que el PSC reclama al PSOE como única respuesta posible a ese riesgo de segregación del que llegó a hablar Pere Navarro.

Mostrar comentarios