Rubalcaba niega encargos a corinna desde los gobiernos de los que formó parte


El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondió con un “rotundamente, no” a la pregunta de si alguna vez los gobiernos de lo que él formó parte hicieron algún tipo de encargo a Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
En un encuentro informativo organizado por Europa Press, precisó que no ha leido las declaraciones de Corinna al diario “El Mundo” pero respondió con un “rotundamente, no” a la pregunta de si conoció algún encargo, y añadió que, “en general, esas cosas en los gobiernos se saben”.
Rubalcaba no quiso contribuir a la especulación sobre el futuro de la Monarquía porque “bastante mal lo estamos pasando” y aseguró que no cree oportuno abrir ese debate.
Reconoció que llamó al primer secretario del PSC, Pere Navarro, cuando pidió públicamente la abdicación del Rey, pero no quiso desvelar el contenido de la conversación alegando que es “muy celoso” de su privacidad y eso incluye las conversaciones con su familia y con sus compañeros.
Desmintió también que recibiera una llamada del Rey antes del Debate del estado de la Nación para rebajar el tono de la confrontación con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Explicó que en ese debate quiso “reflejar” lo que viven los ciudadanos, y al marge de lo que digan las encuestas cree que lo consiguió y se mostró “satisfecho” por ello.
Reconoce, en todo caso, que hay mucha gente “muy enfadada” con el PSOE y que “no nos perdona” haber hecho algunas cosas desde el Gobierno, y eso solo se supera con humildad, con mucho trabajo, y renovando un proyecto para que la gente vea “claramente qué hay detrás”.
Cree que algunas medidas del último gobierno socialista no solo no fueron entendidas por sus electores sino que además “no fueron buenas”, y algunas de ellas “pesan sobre la conciencia moral” del partido, como las consecuencias de la legislación hipotecaria, en la que cree que lo mejor que puede hacer el PSOE ahora es reconocer el error y defender una alternativa.
Cree que eso es en lo que debe estar el PSOE, no pensando en quién será el candidato a la Presidencia del Gobierno, y defiende el trabajo que está haciendo la dirección para renovar el proyecto y responder a una gestión del PP que está causando “destrozos” en muchas capas sociales.
En su exposición, diagnosticó la crisis económica, social, política, territorial y moral que vive España y defendió sus iniciativas para promover los cambios que España necesita, “unos coyunturales y otros más de fondo, unos urgentes y otros imprescindibles”.
Lo primero de todo cree que debe ser cambiar la política económica en España y en la Unión Europea, para que los ciudadanos perciban que Europa ayuda a salir de la crisis y no que “entorpece” el camino.
Abogó por incorporar políticas de crecimiento, por incrementar los ingresos en vez de ajustar el gasto público, por dar crédito a las pymes y a los autónomos, y por ganar competitividad pactando reformas en las empresas, no rebajando salarios. También cree necesario reformar el sistema sanitario “para reforzarlo, no para cargárnoslo”, y parar la reforma educativa impulsada por el ministro, José Ignacio Wert.
Cree que “no hay más remedio que abrir la Constitución” para resolver las tensiones territoriales “entre quienes quieren irse y quienes quieren recentralizar” y para resolver problemas políticos, como la lejanía creciente entre elegidos y electores.
Expuso para ello su propuesta de reforma “acordadad, meditada, limitada” de la Constitución, también para “enganchar” a quienes no la votaron porque no habían nacido o eran muy jóvenes y ahora son una parte importante de la sociedad a la que hay que implicar en el futuro del país.

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