Rumanía cierra nueva línea de crédito preventivo de 5.000 millones con el FMI

  • Rumanía selló un nuevo acuerdo preventivo de 5.000 millones de euros con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según informó hoy el Ministerio de Finanzas rumano en un comunicado de prensa.

Bucarest, 27 jun.- Rumanía selló un nuevo acuerdo preventivo de 5.000 millones de euros con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según informó hoy el Ministerio de Finanzas rumano en un comunicado de prensa.

"El Gobierno rumano felicita la decisión favorable del FMI respecto a la finalización con éxito del acuerdo", indicó el ministerio, que considera que esto "refleja la mejora de la situación macroeconómica" del país y "los progresos realizados hacia las reformas estructurales".

Este acuerdo se produce cuando el próximo domingo vence el anterior crédito preventivo de 3.500 millones cerrado con el FMI en 2011.

Las autoridades rumanas no utilizaron el anterior crédito ni pretenden utilizar éste, que sirve como garante de la estabilidad macroeconómica del país y da tranquilidad a los inversores sobre la liquidez de Rumanía.

"Rumanía cerró con éxito el segundo acuerdo preventivo con el FMI", afirmó horas antes a la agencia Mediafax Nemat Shafik, directora adjunta del organismo económico multilateral, para anunciar el compromiso.

Shafik precisó que la economía del país se ha estabilizado: "La inflación sigue siendo baja y la balanza fiscal y por cuenta corriente son sostenibles".

Sin embargo, el responsable de la institución internacional señaló que el crecimiento continúa siendo "débil" y que "existen riesgos de que empeore la situación".

El FMI recomienda al gobierno de Bucarest que acometa reformas en sanidad, impuestos, energía y transporte, y privatice las compañías estatales.

Las privatizaciones de la compañía estatal ferroviaria de mercancías y la venta del 15 % de las acciones de la gasista pública Transgaz han ayudado a que se concretara el nuevo acuerdo.

Rumanía firmó en 2009 un préstamo de 20.000 millones de euros con el FMI condicionado a la aplicación de draconianas medidas de austeridad, como recortes en las pensiones y los salarios de los empleados públicos, la reducción del gasto público y la subida de impuestos.

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