Sácale jugo al 'overbooking': puedes llevarte hasta 3.000 euros

Wilfred espera en la cola de facturación del aeropuerto de Lima decidido a volar a España ese mismo día, pero una azafata se le acerca y le susurra algo; una propuesta que no puede rechazar.

El avión va hasta los topes, se han vendido más plazas de las que la aeronave dispone y no todos los que esperan van a poder subir.

¿La solución? Ofrecer a algunos pasajeros entre 400 y 600 euros de  compensación, dos vuelos gratuitos (sujetos a que haya sitios disponibles) y el pago del hotel y la comida para cuantas noches tengan que esperar hasta el siguiente avión. Así que Wilfred, inmigrante peruano, no se lo piensa mucho y acepta.

"Me da igual volar hoy que dentro de dos días, tengo vacaciones en el trabajo", asegura. "Además, con los dos vuelos gratis que me ofrecen podré regresar en las vacaciones de Navidad a ver a mi familia con mi mujer", añade. Y es que el segundo billete que se regala puede ser utilizado por la persona que desee el usuario.

Pedro, otro inmigrante peruano que trabaja en el ramo de la limpieza, reconoce que varias veces ha aceptado lo que se conoce como overbooking voluntario. "Siempre que me lo han ofrecido lo he cogido. Tengo familia en Perú y no veo mucha diferencia en llegar un par de días más tarde si a cambio me dan vuelos gratis", dice Pedro.

Dada la subida del precio de barril de petróleo, un vuelo a Perú puede rondar los 1.000 ó 1.200 euros. Si al regalo de los vuelos se suma los entre 400 y 600 euros que en muchas ocasiones suelen incluirse en la oferta, el resultado es que quienes deciden quedarse en tierra se llevan, en efectivo y en especie, unos 3.000 euros.

¿Cuánto puedo exigir?¿Por qué ahora hay más overbooking?

En términos económicos, las tarifas de cada aerolínea a la hora de ofrecer el overbooking voluntario son diferentes, pero aquellas que no son low cost están entre 400 y 600 euros en los vuelos de más de 3.000 kilómetros (los transoceánicos); entre 200 y 400 euros en los vuelos de entre 1.500 y 3.000 kilómetros (vuelos europeos) y de entre 125 y 250 euros para los trayectos nacionales.

La crisis ha hecho que muchas compañías aéreas decidan volar en código compartido. Es decir, comparten el avión. En lugar de volar a un determinado destino con dos aeronaves, que en la mayoría de los casos no van llenas, deciden fletar "a medias" un único avión. De esta forma, se ahorran el coste de la gasolina y se aseguran de que, casi siempre, habrá lleno hasta la bandera.

Pero esto tiene desventajas, y una de ellas es que muchas veces se venden más plazas de las que existen: overbooking.

Esto les sucedió el pasado domingo a Liliana y José Luis, un matrimonio que iba a volar desde Madrid a Buenos Aires. Se enteraron haciendo cola de que probablemente algunos pasajeros se quedarían en tierra, con el consiguiente enfado, pero se encontraron con una oferta inesperada.

Entre 400 y 600 euros para cada uno por quedarse en tierra, además de cuatro billetes gratuitos para volar a cualquier destino de la compañía aérea. Las proposiciones indecentes no sólo son cosa del celuloide y, finalmente, aceptaron.