París, 8 sep.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, inauguró hoy la primera fase de la nueva línea de tren de alta velocidad (TGV) Rin-Ródano entre Dijon y Mulhouse, por la que se espera que circulen entre once y doce millones de pasajeros al año.
Los 140 kilómetros de nuevas líneas inaugurados por Sarkozy, que entrarán en servicio a partir del 11 de diciembre, permitirán a los convoyes circular a una velocidad de crucero de 320 kilómetros por hora, y reducir significativamente el tiempo de muchos trayectos, destacaron la compañía ferroviaria SNCF y el gestor de infraestructuras RFF.
Así por ejemplo pondrá París a 2 horas y 40 minutos de Mulhouse (frente a las tres horas y diez minutos actuales) y Estrasburgo a 5 horas y media de Marsella (comparados con las 6 horas 45 minutos ahora), según las proyecciones de la SNCF y RFF en respectivos comunicados.
Pero además, posibilizará nuevas conexiones directas con destinos internacionales en Alemania y Suiza, y se ahorrarán entre 20 y 30 minutos en los enlaces desde París a Basilea y Zúrich.
De hecho, la confederación helvética ha participado en la financiación de los 2.312 millones de euros que han costado los 140 kilómetros, que se completarán próximamente con 50 suplementarios.
Sarkozy avanzó que van a invertir "como nunca" en el ferrocarril, antes de recordar que su Gobierno ha lanzado simultáneamente la construcción de cuatro líneas de TGV y que eso no tenía precedentes.
El presidente mostró su voluntad de "reestructurar el sector ferroviario francés" con un "fondo de modernización de las empresas" y lo justificó porque "no podemos ser tan ingenuos de abrirnos y dejar a nuestras empresas solas frente a una competencia que con frecuencia es desleal".
Anunció que estará presente a finales de mes en Marruecos en la colocación de la primera piedra de la futura línea de alta velocidad entre Casablanca y Tánger, un proyecto que va a estar dirigido por compañías francesas.
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