Sarkozy viaja hoy a Fráncfort para tratar con Merkel la crisis en la eurozona

  • El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viaja hoy a Fráncfort para tratar con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la cumbre de la UE del próximo domingo en Brusela para tratar de atajar la crisis en la eurozona, según informaron fuentes del Elíseo citadas por medios locales.

París, 19 oct.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viaja hoy a Fráncfort para tratar con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la cumbre de la UE del próximo domingo en Brusela para tratar de atajar la crisis en la eurozona, según informaron fuentes del Elíseo citadas por medios locales.

En un principio, según había anunciado hoy la portavoz del Gobierno, Valérie Pécresse, estaba previsto que los dos mandatarios mantuvieran una conversación telefónica al respecto.

La prensa francesa había especulado en las últimas horas con la posibilidad de que hubiera un encuentro cara a cara entre el presidente y la canciller en Fráncfort, con motivo de la ceremonia de despedida del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

Según publica "Le Point" en su edición digital, se prevé que en esa "reunión informal" participen Trichet; su sucesor, Mario Draghi; los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso; la directora del FMI, Christine Lagarde, y los ministros de Finanzas francés y alemán, François Baroin y Wolfgang Schaüble.

El último encuentro de Sarkozy y Merkel se remonta al pasado 9 de octubre en Berlín, y de allí salió la promesa de que antes de finales de mes habría una "solución duradera" para atajar definitivamente los problemas de capitalización de la banca europea y la crisis de la deuda griega, pero ninguna concreción sobre en qué consistiría.

La cita de hoy se desarrolla bajo una presión evidente, con la rebaja de la calificación crediticia para España de Moody's, la misma agencia que ayer advirtió de que en los próximos meses examinará si hay motivos para modificar la nota de Francia, que por ahora conserva la máxima posible (Aaa).

Esa advertencia provocó una movilización del Gobierno francés, que aseguró que tomará las medidas necesarias para mantener esa calificación, fundamental para financiar su propia deuda pública a un tipo de interés favorable, pero también para mantener la credibilidad de los mecanismos financieros europeos, que se sustentan en la solidez de Francia y Alemania.

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