Asunción, 22 mar.- Hoy se conmemoran 30 años desde que el dictador paraguayo Alfredo Stroessner cerrara ABC Color, el diario más importante del país en aquella época, el cual reabrió cinco años después y que hoy aseveró en un editorial que volvería a actuar de la misma forma.
La dictadura estaba molesta con notas aparecidas en el periódico desde los años 70, que ponían en duda la imagen de país perfecto que Stroessner quería transmitir, pero la gota que colmó el vaso fue un artículo sobre el político opositor Miguel Ángel González Casabianca.
La nota informaba de que González Casabianca había pedido al Ministro del Interior, Sabino Augusto Montanaro, que le entregara el documento en el que Estados Unidos supuestamente declaraba como un grupo terrorista al Movimiento Popular Colorado (Mopoco), la agrupación que fue la principal oposición a la dictadura.
La decisión del cierre del diario fue aprobada por la Junta de Gobierno del Partido Colorado, que era uno de los pilares del régimen militar, y al que pertenece el actual presidente, Horacio Cartes.
La dictadura también clausuró las publicaciones El Pueblo y El Radical y Radio Ñandutí, impuso cierres temporales a Tribuna y Última Hora e interfirió la señal de Radio Cáritas, según dijo a Efe Antonio Pecci, periodista y Coordinador de la Mesa de la Memoria Histórica, una coalición de organizaciones de derechos humanos.
ABC Color reabrió el 22 de marzo de 1989, después de que en febrero de ese año Stroessner cayera en un golpe de estado orquestado por su consuegro, el general Andrés Rodríguez.
En su editorial de hoy, titulado "Volveríamos a hacerlo igual", los responsables del periódico dijeron que tuvieron el honor "de ser voceros de una mayoría silenciosa pero víctima de la hostilidad sin pausas de las autoridades".
Aseveró que el régimen autoritario "nada quería saber de críticas a sus gestiones" y se envolvía en la "infalibilidad".
Por ello, pretendió que ABC Color "le acompañase en todos sus despropósitos; en todas las violaciones de los derechos humanos; en todos los atropellos inmisericordes a las personas que soñaban con un país mejor".
En cambio, el diario "abrió sus páginas a todas las opiniones políticas, entonces muy escasas y perseguidas".
"Hoy estamos en democracia -con sus muchas dificultades- y celebramos que podamos debatir, discutir, disentir, sin el miedo de amanecer tras las rejas o con nuestro diario clausurado", concluyó el editorial.
La Comisión de Justicia y Verdad comprobó la existencia de 425 ejecutados o desaparecidos durante la dictadura de Stroessner y casi 20.000 detenidos, la gran mayoría víctima de torturas.
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