Río de Janeiro, 25 nov.- Siete grupos, entre consorcios y empresas individuales, se inscribieron para disputar la subasta del próximo miércoles en la que será ofrecida la concesión de un tramo de la carretera federal brasileña BR-163, una importante vía en el estado de Mato Grosso, informaron hoy fuentes oficiales.
Entre los inscritos figuran las concesionarias Invepar, CCR y Triunfo, así como las constructoras Galvao Engenharia y Odebrecht, que presentaron propuestas de forma individual, según un comunicado divulgado por la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT).
También se inscribieron dos consorcios, uno de siete empresas liderado por la concesionaria Ecorodovias Infraestrutura y otro de cinco firmas encabezado por la Fidens Engenharia, según el órgano regulador, que había fijado para este lunes el vencimiento del plazo de inscripción y de entrega de documentos.
La oferta está prevista para el próximo miércoles en la Bolsa de Sao Paulo y prevé la victoria del grupo que se comprometa a cobrar las menores tarifas de peaje, con un techo máximo de 5,50 reales (unos 2,5 dólares) por cada 100 kilómetros.
El vencedor podrá operar la carretera por 30 años pero tendrá que comprometerse a realizar inversiones en la recuperación, mantenimiento, duplicación y ampliación de la capacidad de la vía.
El tramo que será concedido tiene 850,9 kilómetros de extensión; comienza en el límite entre los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul y termina en el cruce con la carretera regional MT-220 en la ciudad de Sinop tras atravesar 19 municipios.
La subasta está prevista en la tercera etapa del Programa de Concesión de Carreteras Federales de Brasil que ya permitió la concesión de un tramo de la carretera federal BR-050 entre los estados de Goiás y Minas Gerais al llamado consorcio Planalto.
Este grupo se comprometió a cobrar un peaje en un 42,38 % inferior al techo propuesto por el Gobierno y a realizar inversiones por 3.000 millones de reales (unos 1.360 millones de dólares) en la reforma y el mantenimiento de la carretera de 436,6 kilómetros.
En dicha subasta participaron ocho consorcios, entre ellos uno liderado por Arteris, una subsidiaria del grupo español Abertis, líder en concesiones de Brasil.
El éxito del programa de concesiones llegó a ser cuestionado debido a que la intención del Gobierno era realizar inicialmente una subasta para conceder los derechos a explotar la carretera BR-262 entre Espíritu Santo y Minas Gerais, pero ninguna empresa se mostró interesada.
Ese revés obligó al Gobierno a modificar el cronograma de las subastas y a modificar algunas de las normas de la licitación, para elevar el interés de los inversores.
El plan del Gobierno establece la concesión de otros siete importantes tramos de carreteras federales y prevé que las concesionarias realicen inversiones por 51.600 millones de reales (unos 23.450 millones de dólares).
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