El pasado mes de octubre el gobierno de Obama anunció su intención de instalar paneles solares en el techo de la Casa Blanca. La medida, cuya ejecución estaba prevista antes de la llegada del verano, fue un gesto de Barack Obama de alto valor simbólico para demostrar su compromiso con las energías renovables en Estados Unidos.
Finalizada la primavera los paneles solares prometidos siguen sin asomarse por el techo de la residencia oficial de los Obama. La Casa Blanca alega la complejidad del proceso de instalación como motivo del retraso y señala que el proyecto sigue en marcha aunque sin dar fechas concretas.
El movimiento ecologista que el año pasado hizo campaña para que la Casa Blanca apostará por la energía solar se lamenta ahora de su incumplimiento. Aseguran haber reunido más de 100.000 firmas en las últimas semanas para que Obama no olvide su promesa, y esperan que la cumpla en los próximos meses.
La Casa Blanca ya contó con paneles solares en el pasado. Jimmy Carter se convirtió en el primer presidente en instalar paneles en 1979 pero su sucesor en el Despacho Oval, Ronald Reagan, las quitó dos años más tarde. Desde entonces, sólo George W. Bush ha apostado, aunque de forma muy modesta, por las energías renovables en la residencia oficial del presidente de Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos ha sido un defensor de las energías renovables en sus apariciones públicas. El pasado mes de abril visitó la empresa española Gamesa en Filadelfia y mostró su apoyo al cambio de modelo energético que necesita el país. Obama dijo entonces que el plan de su gobierno es reducir las importaciones de petróleo y aprovechar las fuentes de energía domésticas menos contaminantes.
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