Plan de choque de Moncloa

La subida de los carburantes se come el 19% del nuevo bono en solo una semana

El alza de los precios de la gasolina y el diésel durante la última semana ha alcanzado los 3,75 céntimos de media. El gasóleo has sido el combustible más afectado, con incrementos que superan los 7 céntimos. 

Gasolinera
La subida de los carburantes se come el 19% del nuevo bono en solo una semana.
EFE

El Gobierno ha presentado su plan de choque contra el impacto económico de la guerra en Ucrania y el bono de 20 céntimos para aminorar el golpe económico del precio del combustible será uno de los ejes centrales del nuevo escudo social diseñado desde La Moncloa. No obstante, una de las medidas estrellas del Ejecutivo de coalición, que establece un copago compartido entre el Estado (que sufragará 15 céntimos de la factura final) y las petroleras (harán lo propio con 5 céntimos, como mínimo), podría ver su efecto diluido por el nuevo alza registrada por la gasolina por la gasolina y el diésel en los últimos días, que se ha situado en los 3,75 céntimos por litro de media en tan solo una semana

Esto significa que esos 3,75 céntimos en los que se ha incrementado el precio de los carburantes supone que la medida del Gobierno haya perdido el 19% de su valor por la subida de carburantes de la última semana, antes de que se haya puesto, en un movimiento que ya ha despertado recelos en las asociaciones de consumidores como Facua. "Han aplicado (durante las últimas semanas) una brutal subida, inflando de forma desproporcionada sus márgenes de beneficios", han señalado desde la asociación de consumidores. La situación es incluso peor para aquellos usarios con vehículos con motor diésel, que con una subida del 6,8 céntimos el litro, lo que se traduce en que el cheque se quedaría, de seguir los precios a los niveles de estos últimos días, sin el 34% del efecto diseñado por Moncloa. 

De esta forma, en la última semana los datos que ha recogido el Ministerio para la Transición Ecológica y Agenda Urbana muestran un cambio de tendencia en los precios de los surtidores. Mientras que el precio para los conductores había alcanzado su máximo hace 15 días, la evolución de los carburantes había dado un leve respiro a los consumidores desde entonces, alcanzando precios por encima del 1,920 euros para la gasolina y el 1,909 para el diésel. Aunque los precios han seguido siendo altos, la escalada de precio había comenzado un leve descenso hasta los 1,800 euros el litro para la gasolina más barata, mientras que la gasolina 98 consiguió instalarse levemente en los 1,908 euros. Por su parte, el gasóleo más económico rondó hace dos semanas el 1,770.

Así, este primer trimestre de 2022 ha estado marcado por el crecimiento y la inestabilidad de los precios energéticos. En lo que va de año, los conductores de vehículos diésel son los que más han tenido que sufrir las consecuencias, con un coste un 33% mayor que el que marcaban las gasolineras a finales de diciembre, mientras que aquellos que repostan gasolina tienen que rascarse el bolsillo un 23% más respecto a finales de 2021. Es por eso que, ante el empobrecimiento general de la sociedad del que hablaba la vicepresidenta Yolanda Díaz, la receta económica del Gobierno pasaba por hacer que las grandes compañías petroleras también arrimaban el hombro, aportando el 25% de la subvención al combustible.

Porque desde que comenzó la guerra, el pasado 24 de febrero, llenar el depósito se ha convertido en un quebradero de cabeza para los ciudadanos españoles y más en particular para el sector de los transportistas, que han protagonizado un paro sectorial por las pérdidas que les generaba trabajar en los niveles actuales de precios. Un análisis de los datos recogidos por Transición Ecológica refleja que la gasolina 95 sin plomo se ha encarecido 23,65 céntimos, la de 98 se ha revalorizado 23,7 céntimos y el precio medio del diésel se ha dispardo en 35,6 céntimos el litro.

No obstante, ya durante los últimos días de la semana pasada algunas compañías del sector comenzaron a anunciar descuentos en el precio por litro de combustible para paliar la situación de transportistas y conductores particulares. Ha sido el caso de Repsol, BP o Cepsa, tres de los grandes nombres del sector, que adaptarán sus precios a la baja en horquillas que van desde los 10 céntimos a los 14, en función del tamaño de la flota en caso de pertenecer al sector de los transportes.

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