Madrid.- La Dirección General de Trabajo, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), los sindicatos CCOO y UGT, y Nueva Rumasa abordarán mañana martes, en una reunión a primera hora de la mañana, una solución a la situación en la que se encuentran los trabajadores de las empresas de la familia Ruiz-Mateos.
La cita, en la sede de la Dirección General de Trabajo, buscará una salida para los empleados de la firma a los que la familia Ruiz-Mateos debe seis millones de euros, una cifra que va subiendo día a día, según los sindicatos.
Nueva Rumasa cuenta ya con cuatro empresas en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) -Dhul, Carcesa, Clesa y Cacaolat- y con tres expedientes de regulación temporal de empleo, para sus dos fábricas de Clesa (en Madrid y Pontevedra) y la de Royne (en Leganés, Madrid).
El Fogasa, por su parte, se ha comprometido a abordar las deudas salariales con los trabajadores, subrogándose a las pendientes hasta un máximo de 150 días, equivalente a cinco meses, y convertirse en acreedor de Nueva Rumasa, según las mismas fuentes sindicales.
Estas fuentes han apuntado, además, que Nueva Rumasa no adeuda las mismas pagas a todos los trabajadores, y se dan casos de empleados de la misma compañía que han cobrado el mes y otros que no.
El motivo es que la empresa paga por ficheros, es decir los sueldos que primero se abonan son los salarios más bajos.
En función de las compañías, hay retrasos en el pago de un mes en algunas empresas del Grupo Garvey, otras en las que se adeuda un mes entero (Carcesa) y otras, como en el caso de Clesa, donde a los trabajadores se les deben dos pagas extras y las mensualidades de enero y febrero.
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