Un Chile más irritado y desencantado recuerda el derrumbe de la mina San José

  • Un Chile más irritado y desencantado del que el año pasado celebró la epopeya del rescate de "los 33 mineros de Atacama" conmemora mañana el primer aniversario del derrumbe en la mina "San José", que durante 70 días los mantuvo sepultados a 700 metros de profundidad.

Manuel Fuentes

Santiago de Chile, 4 ago.- Un Chile más irritado y desencantado del que el año pasado celebró la epopeya del rescate de "los 33 mineros de Atacama" conmemora mañana el primer aniversario del derrumbe en la mina "San José", que durante 70 días los mantuvo sepultados a 700 metros de profundidad.

"El año pasado el nuevo Gobierno estaba en pleno periodo de gracia, el país venía saliendo de un terremoto, y a eso sumó la situación de los mineros. Hoy día eso ha cambiado totalmente", explica a Efe el analista político Santiago Escobar.

Cuando se produjo el accidente en la mina de Atacama, Sebastián Piñera llevaba cinco meses en el poder y había tenido que afrontar el mayor desastre de la historia reciente del país: un terremoto de 8,8 grados Richter que devastó gran parte del país, causó 520 muertos y dejó pérdidas por 30.000 millones de dólares.

En aquellos momentos la urgente reconstrucción del país unió a sectores políticos y sociales que en el año del bicentenario de la independencia se pusieron manos a la obra para ayudar a los miles de chilenos que habían quedado sin hogar.

Tras el hallazgo con vida y el posterior rescate de los mineros, la popularidad del Gobierno alcanzó su máxima cota, con un rechazo de apenas el 26 por ciento, curiosamente el mismo porcentaje que le asignó una encuesta difundida hoy por el Centro de Estudios Públicos al mandatario, pero esta vez de popularidad.

El malestar de amplios sectores sociales como estudiantes, trabajadores y ciudadanos con conciencia ecologista ha dado pie a las mayores manifestaciones que se recuerdan desde el restablecimiento de la democracia, en 1990.

"Con un Gobierno debilitado e impopular, los movimientos sociales no han tardado en salir a la calle a expresar sus demandas. Mientras más protestas en las calles, más se ha debilitado el Gobierno y más ha caído su popularidad", escribe en "Infolatam" el politólogo Patricio Navia.

Para Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio, "el problema es que Piñera es "un presidente nihilista que no tiene convicciones que orienten su voluntad. Tiene apetencias, anhelos de reconocimiento, deseos de aplauso, pero convicciones no tiene".

Con tres cambios de gabinete en apenas un año y medio, la popularidad del presidente a raíz del rescate de los mineros puede considerarse "algo episódico", según Santiago Escobar. "Porque gobernar es un acto complejo que tiene que ver con un comportamiento continuo y estable", añade.

"La ciudadanía tiene motivos para estar irritada y desencantada -asegura- porque la mayoría de los chilenos están fuera del padrón electoral, tienen una promesa de buena vida que no se cumple y soporta un vida cotidiana llena de abusos económicos".

Cuando los mineros fueron rescatados se produjo una inmensa explosión de júbilo colectivo que quedó reflejada en la expresión "the chilean way", con la que las autoridades se referían por aquel entonces a la manera exitosa de hacer las cosas.

Pero el orgullo nacional y el optimismo de antaño han dado paso al pesimismo y el malestar a causa de la pobreza, la situación de la educación, la delincuencia, el deterioro del medio ambiente y el retraso en la reconstrucción, según el sondeo del Centro de Estudios Públicos difundido hoy.

Tal vez por ello el primer aniversario del derrumbe en la mina San José, que marcó el comienzo de la odisea de los 33 de Atacama será conmemorado mañana de forma "sobria y modesta", ha anunciado el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, que hace un año, como titular de la cartera de Minería, encabezó en el terreno las labores de rescate de los mineros.

Tampoco los protagonistas de aquella epopeya están para celebraciones. A pesar de la fama de la que involuntariamente se hicieron acreedores, muchos de ellos hoy están sin trabajo y todavía siguen de baja.

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