Un informe cree que la UE y cada país deben actuar más en el norte de África

  • Un informe de la revista "Política exterior" cree que los próximos dos años determinarán el avance o marcha atrás de la marea democrática en el norte de África y opina que, pese a las preocupaciones internas, la UE "tiene y debe hacer más en el Mediterráneo", colectivamente y cada país por separado.

Madrid, 4 nov.- Un informe de la revista "Política exterior" cree que los próximos dos años determinarán el avance o marcha atrás de la marea democrática en el norte de África y opina que, pese a las preocupaciones internas, la UE "tiene y debe hacer más en el Mediterráneo", colectivamente y cada país por separado.

El estudio "¿A qué puede aspirar la UE en el norte de África?", realizado por el analista en política exterior Nick Witney, analiza la actitud de la UE año y medio más tarde de que se iniciara la conocida como "Primavera árabe".

Tras la "profunda conmoción" que causaron en Europa los levantamientos iniciales, por su imprevisibilidad y la rotura del pacto que había sido la base real de las políticas europeas en todo el Mediterráneo, se abrió una relación "curiosamente insustancial".

"Los Estados norteafricanos en conjunto han representado menos del 3 % del comercio exterior de la UE. Con las excepciones de Italia, Francia y España pocos países europeos han hecho negocios importantes con el norte de África en tiempos recientes", afirma el informe, que añade que Europa no ha tenido en cuenta la región y ha centrado su atención en Oriente Próximo y el África subsahariana.

Señala que de la misma manera que el optimismo revolucionario de todo el Mediterráneo "se ha ido disipando", también en Europa el impulso inicial de apoyar a los revolucionarios "se ha visto atenuado por otras preocupaciones", como los problemas económicos.

Por este motivo, apunta el informe, Europa "necesita esforzarse más" porque el hecho de que la "Primavera árabe" llegue a buen puerto "redunda claramente a favor de sus intereses a largo plazo, los económicos y los estratégicos".

"Es una desgracia para Europa que se presente una oportunidad histórica de reforzar su influencia y construir una cooperación mutua beneficiosa en todo el Mediterráneo precisamente en el momento en que es incapaz de dar una respuesta ambiciosa. Pero los europeos, por separado y de forma colectiva, podrían hacerlo considerablemente mejor", añade el análisis de "Política exterior".

En este sentido, afirma que Europa "tiene que aspirar a un cambio de velocidad más rápido" y añade que serán los próximos 12 a 24 meses los que determinen "si la marea democrática sigue avanzando o da marcha atrás".

Con el paso de los meses, continúa, se ha hecho evidente "la debilidad de una respuesta" en el marco de la Política Europea de Vecindad (PEV) ante los levantamientos árabes.

"Bruselas está poniendo en práctica una política que va demasiado despacio y atiende a los pequeños detalles", afirma, antes de mostrar su convencimiento de que hasta que no se solucione la crisis del euro y el crecimiento vuelva a Europa, la UE no va a aprovechar la oportunidad de extender la democracia por el mundo árabe.

El informe cree que es necesario debatir con Turquía y los países de la región la posibilidad de extender al norte de África la actual unión aduanera entre la UE y Turquía, así como que la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, nombre un militar de alta graduación como representante especial de seguridad, con la misión de trabajar con la región.

Según este análisis, también se necesita una mejora urgente de las condiciones ofrecidas a los proyectos con terceras partes dentro de la UE de promoción de las energías renovables.

La UE debe ofrecer su apoyo y compromiso a los esfuerzos regionales para revitalizar la Unión del Magreb Árabe, fomentar la presencia y actividad diplomática de la Unión en la región y elaborar un enfoque más activo de la diplomacia regional, concluye el estudio.

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