Una guerra entre oligarcas amenaza con colapsar el sistema bancario búlgaro

  • La inestabilidad política, los negocios oscuros y la guerra entre dos grandes empresarios búlgaros se ha mezclado en un peligroso cóctel que amenaza con hacer colapsar el sistema bancario de Bulgaria, el país más pobre de la UE.

Vladislav Púnchev

Sofía, 30 jun.- La inestabilidad política, los negocios oscuros y la guerra entre dos grandes empresarios búlgaros se ha mezclado en un peligroso cóctel que amenaza con hacer colapsar el sistema bancario de Bulgaria, el país más pobre de la UE.

Los rumores sobre una posible cascada de quiebras bancarias han llevado a cientos de clientes a apresurarse a retirar sus fondos de varias instituciones, en lo que el propio Banco Nacional (BNB) ha denunciado como un intento coordinado para desestabilizar el país.

El banco emisor anunció la pasada semana que se habían detectado mensajes de teléfono móvil y correos electrónicos a particulares en los que se aseguraba que el banco Fibank declararía hoy su bancarrota.

En pocas horas, se retiraron 400 millones de euros y varias oficias cerraron sus puertas, aunque los cajeros automáticos siguieron funcionando.

En total cinco personas fueron detenidas durante el fin de semana por distribuir información falsa en relación a los bancos.

Los rumores sobre la situación bancaria se desataron después de que el BNB anunciara la semana pasada que había intervenido el cuarto banco del país, el Corpbank, y su filial, Crédit Agricole Bulgaria.

La crisis parece tener su origen en la oscura red de vínculos políticos y económicos que domina la vida pública búlgara y en la particular guerra abierta entre dos de sus protagonistas.

Tvsetan Vasilev, uno de los propietarios de Corpbank, y Delyan Peevski, un diputado del que se cree es dueño en la sombra de un imperio mediático, eran hasta hace meses socios.

De hecho, el imperio empresarial que se atribuye a la familia Peevski ha ido creciendo en los últimos años gracias la financiación de Corpbank.

El propio Vasilev declaró la semana pasada a la emisora bTV que esa colaboración se rompió el pasado otoño porque Peevski abusaba de su nombre para intervenir en asuntos de Gobierno.

Vasilev tiene excelentes contactos con el poder político, ya que hasta el año pasado más de la mitad de los activos de las empresas estatales estaban depositados en el Corpbank, apodado "el banco del Gobierno".

Algunos medios aseguran que la ruptura se produjo por desavenencias sobre cómo repartir un supuesto soborno de la empresa rusa Gazprom relacionado con la construcción del tramo búlgaro del gasoducto South Stream, una obra paralizada por la UE.

Medios que se consideran cercanos a Peevski han estado publicando informaciones sobre la insolvencia de Corpbank que provocaron la alarma entre sus clientes.

El pasado 20 de junio, el BNB puso bajo vigilancia al banco de Vasilev, y dos días después su filial Crédit Agricole Bulgaria, aunque ha asegurado que estas intervenciones son casos aislados y que el sistema bancario del país es estable.

Vasilev no ha dudado en acusar a su antiguo socio de ser parte de una conspiración: "Peevski está siendo usado como herramienta dentro de un escenario mayor con el objetivo de desestabilizar al país".

La historia está acumulando elementos de película de espías.

Rumores y acusaciones mutuas de planes de asesinato, registros de la Fiscalía en la sede de Corpbank, retiradas repentinas de fondos por parte de grandes compañías públicas de energía...

Y todo mientras el país sufre su enésima crisis política y se prepara para celebrar el próximo día 5 de octubre sus terceras elecciones generales en cinco años, después de que los socialistas, principal apoyo de el Ejecutivo de tecnócratas, perdiera los recientes comicios europeos.

"Dos empresarios evidentemente muy, muy poderosos han convertido al Estado en rehén de su conflicto. Y las instituciones estatales tomaron parte en esta disputa", ha resumido la situación el ex viceprimer ministro Ivaylo Kalfin.

Por su parte, el financiero norteamericano Steve Hanke ha descrito el panorama como cuando alguien grita "fuego" en un teatro lleno de público.

"Este señor (Peevski) controla gran parte de los medios en Bulgaria y los utiliza para gritar "incendio", apuntó Hanke.

La situación ha provocado que dos canales privados de televisión, TV7 y News 7, se declararan hoy en quiebra debido al bloqueo de operaciones de Corpbank, el bando que las financia, impuesto por el Banco Nacional.

Las dos emisoras pertenecen al emporio de Peevski.

Y mientras, el búlgaro de a pie teme que, de nuevo, vaya a pagar los platos rotos de las disputas en las altas esferas.

"Cuando dos elefantes están peleando, siempre sufre la hierba bajo sus patas", lamentó en declaraciones a Efe un ciudadano que planea sacar su dinero del banco.

"Ya no creo a nadie en este Estado gobernado por oligarcas, no me importa que el BNB u otras instituciones afirmen que mi dinero está garantizado. No les creo. Mejor guardar mis ahorros en casa que perderlos por una guerra de oligarcas", añadió, sin querer revelar su nombre. EFECOM.

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