Verdades y mentiras sobre los 'chollos económicos'

Seguro que alguna vez han escuchado expresiones del tipo “los productos tecnológicos son más baratos en Japón”, “los vaqueros Levi’s en Estados Unidos cuestan tres veces menos”, “el petróleo ha bajado y ahora los billetes de avión están muy bien de precio”, “en Andorra no se pagan impuestos”… Gracias a su uso habitual, estas expresiones se han convertido en verdaderos ‘mitos económicos’. Muchos de ellos son ciertos pero otros se caen por su propio peso. ¿Cuáles son las ‘leyendas urbanas’ y cuáles los verdaderos ‘chollos’?

Los productos tecnológicos no son más baratos en Japón y quien opine lo contrario se equivoca. Esta es la mayor 'leyenda urbana'. El más occidentalizado de los países asiáticos tiene unos precios bastante parecidos a los europeos y norteamericanos, a pesar de que a día de hoy un euro equivale a 135,83 yenes y un dólar a 91,32 yenes.

Japón está entre los diez países más poblados del mundo aunque ocupa el lugar de referencia en el campo tecnológico, lo que le convierte en la segunda potencia económica a nivel internacional. Las empresas japonesas conceden gran importancia a la investigación y producción de nuevas tecnologías, sobre todo en áreas como la informática, la biotecnología, la tecnología aeroespacial, la robótica o la microelectrónica.

Además, Japón no solo exporta las innovaciones técnicas, sino que además las aplica en sus propias industrias. Puede decirse, entonces, que la clave de su éxito está en mezclar innovación con tradición. A pesar de que marcas como Sony, Toshiba o Hitachi nacen allí, los productos tecnológicos nipones son pueden considerarse ‘gangas’. Sin embargo, Japón cuenta con una gran ventaja competitiva: la disponibilidad de distintos modelos de un mismo producto antes de que llegue al resto de mercados.

Otro mito falso es pensar que las mejores empresas son las que ofrecen las mejores acciones. Las acciones suben cuando la compañía supera las expectativas y es obvio que cuanto más grande sea la empresa en cuestión, mayor será lo que los inversores esperen de su rendimiento. Por tanto, las expectativas son difíciles de superar dada la altitud del listón. Lo más lógico será apostar por empresas que demuestren sus capacidades, nunca pagar de más por un 'éxito previsto'.

El precio del petróleo es decisivo en el transporte aéreo, la creencia más acertada

El precio del barril de petróleo es un indicador importante y debería tener más valor del que acostumbra a tener. No sólo porque depende de él el bolsillo de los conductores, sino porque determina el sector del transporte. De hecho, el precio de los billetes de avión es directamente proporcional al precio del petróleo. Aproximadamente, la mitad del coste de un billete de avión viene determinado por el combustible, de manera que la ecuación resultante es sencilla: cuanto menos cueste el queroseno, menor será el recargo por combustible que las aerolíneas incluyen en el precio final de los billetes. Ayer, el precio del barril de petróleo retrocedía casi 40 centavos a ambos lados del atlántico: el norteamericano cerraba a 78,69 dólares el barril (159 litros) y el Brent -de referencia en Europa-, se vendía a 76,85 dólares

Otro de los grandes aciertos es aprovechar un viaje a Estados Unidos para comprar prendas de algunas prendas de ropa como, por ejemplo, vaqueros de firmas conocidas. Unos Levi’s pueden llegar a costar casi tres veces menos que en cualquier tienda europea. Pero no es la única marca que tiene un precio inferior en territorio norteamericano: Gap, Quiksilver o North Face también revisten un coste muy inferior. Y ya puestos a hablar de 'gangas' hay que hacer una referencia obligada a los paraísos fiscales: ¿quién no ha aprovechado una visita a Andorra para darse un homenaje comprando un par de cartones de tabaco o algún frasco de perfume caro?