Xi deja la India con más buenas intenciones de amistad que alcance económico

  • El presidente chino, Xi Jinping, finalizó hoy su visita a la India protagonizada por las buenas intenciones para aclarar las disputas fronterizas con su vecino más que por el alcance de los esperados acuerdos económicos.

Luis Ángel Reglero

Nueva Delhi, 19 sep.- El presidente chino, Xi Jinping, finalizó hoy su visita a la India protagonizada por las buenas intenciones para aclarar las disputas fronterizas con su vecino más que por el alcance de los esperados acuerdos económicos.

Xi y el primer ministro indio, Narendra Modi, dedicaron buena parte de sus reuniones durante los tres días de la estancia oficial a abordar las demandas territoriales de las dos naciones más pobladas del mundo, que la vez son dos de las mayores economías del planeta.

Sin embargo, pese a la firma de más de una veintena de acuerdos comerciales bilaterales -en la que ejercieron de testigos, que no de firmantes-, la única cantidad importante plasmada por escrito fueron los 20.000 millones de dólares que China se compromete a invertir en los próximos cinco años.

Una cantidad lejos de los 100.000 millones de dólares barajados antes de la llegada del mandatario chino, aunque luego su propio Gobierno se encargó de matizar, y menor que los 35.000 millones comprometidos reciente con la India por parte de Japón.

Al margen del volumen económico, esa cantidad refleja al menos la voluntad de equilibrar en lo posible la balanza comercial entre China, la segunda economía del mundo tras Estados Unidos, y la India, a la que algunos ránking elevan al décimo puesto mundial.

Un desequilibrio que en agosto alcanzó un significativo récord de nada menos que 50.000 millones de dólares a favor de China. Más de una cuarta parte del déficit comercial global de la India corresponde a la relación con su vecino.

El desajuste es debido a factores como el hecho de que India vende a China principalmente materias primas, pero a cambio importa productos manufacturados de mucho más valor.

Las noticias sobre el alcance económico de la visita quedaron relegadas a las páginas económicas en la prensa india, prueba de que no se cumplieron las espectativas, mientras que significativamente los titulares de portada se centran en las disputas fronterizas.

La India y China comparten casi 4.000 kilómetros de frontera, en los que son continuos los incidentes como el que este mismo miércoles tenía lugar en una zona de la Cachemira india por la que los dos gigantes asiáticos ya fueron a la guerra en 1962.

El despliegue de soldados, unos 1.000 chinos y alrededor de 1.500 indios en una remota y poco poblada zona de los Himalaya, junto al Tíbet, contrastó con las palabras de buena voluntad de los líderes de ambos países.

En su comparecencia junto a Xi, Modi restó importancia a estos incidentes, pero advirtió de la necesidad de "clarificar" de una vez lo que eufemísticamente se denomina Línea de Control Actual, ni siquiera formalmente frontera, como un factor "esencial" para mejorar las relaciones entre vecinos y además socios comerciales.

El presidente chino coincidió en esta buena voluntad para acabar "pacíficamente" con un problema "heredado" de época colonial, porque desde entonces su país reclama que la línea no la dejaron claramente "demarcada" los británicos cuando se independizó la India en 1947.

Ambos líderes podrán retomar las conversaciones en 2015, para cuando Xi ha invitado al primer ministro indio a visitar China.

"Pendiente de una resolución final de la cuestión de fronteras, los dos países continuarán haciendo esfuerzos conjuntos para mantener la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas", reza la declaración oficial del Gobierno indio al término de la visita.

El presidente chino llegó el miércoles al estado de Gurajat, feudo de Modi, y ayer en Nueva Delhi protagonizó los actos centrales de su visita, que concluyó este viernes con una serie de actividades protocolarias.

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