BAE se apunta a la ciencia ficción con el casco de vuelo más avanzado del mundo

Un piloto con el BAE Systems Striker II. /L.I.
Un piloto con el BAE Systems Striker II. /L.I.
Un piloto con el BAE Systems Striker II. /L.I.
Un piloto con el BAE Systems Striker II. /L.I.

El gigante de la defensa y la aeronáutica británica BAE Systems acaba de desvelar algunos detalles del que, sin duda, es el casco de combate aéreo más avanzado de la historia. Bautizado como 'Striker II', ha sido creado para los pilotos de la última generación de cazas de combates, y no será barato pero ofrece unas ventajas en el 'dogfighting' en las nubes que hacen que cada libra que se pague por él merezca la pena.

Nigel Kidd, director para la firma británica del programa para el desarrollo de la pantalla que informa a los que se suben en los reactores con alas que son, hoy día, los cazas de combate, señala las ventajas obtenidas tras la experiencia acumulada en los ejercicios de combate del aparato sueco Gripen C/D de Saab y del Typhoon del consorcio Eurofighter. La solución ha sido un dispositivo a todo color que proporciona al piloto una constante sensación de control del aeronave, tal y como se logró en su día con el casco para el Joint Strike Fighter (F-35) de Lockheed Martin. En el caso del desarrollo de BAE, el sistema también presume de un modo de visión nocturna nunca antes visto, amén de un audio en tres dimensiones y tecnología de rastreo de objetivos. Donde mira el piloto se encamina el misil para derribar al enemigo. 

Para llevar incorporado tanto avance se cuenta con un visor de alta resolución integrado, que simplemente hace que el piloto no esté mirando a través de ningún visor. Simplemente 've' lo que los sensores de la aeronave van recopilando.

El altamente sofisticado sistema del Striker II permite al piloto ver a través de su propio cuerpo y de la aeronave, como si flotase en el aire, proporcionando una ventaja vital en combate o cuando se han de tomar decisiones en fracciones de segundo. Mediante la recepción de los datos que le proporcionan los sensores ópticos insertados en el fuselaje de la aeronave, el Striker II calcula de manera inmediata la posición de la cabeza del piloto y el ángulo en que se encuentra. Básicamente significa que no importa dónde esté mirando en cada momento el piloto.

El Striker II no funciona como un ordenador convencional a la hora de proporcionar la información al operador, como es lógico. Su latencia -el tiempo de retardo de respuesta- es de cero. No se admiten retrasos en estos casos.

Además, el desarrollo de BAE presume de contar con una característica única en el área aeroespacial, su sistema de sonido en tres dimensiones, que unido a un programa de cancelación de ruido llamado ANR, proporciona al piloto una capacidad de control auditivo de 360 grados, lo que supone una ventaja competitiva clave cuando de abatir a un enemigo, o ser abatido, se trata. El piloto, además, será capaz de saber de qué dirección procede cualquier comunicación que reciba la aeronave. 

Eso permite, por ejemplo, que el piloto discrimine para escuchar instrucciones desde el control en tierra, detectar el origen amigo o enemigo de una comunicación, y todo ello en un entorno en el que la cancelación del ruido de la aeronave o el entorno desaparecen como por arte de magia. 

El Striker II es significativamente más ligero que las actuales soluciones de combate avanzadas, por lo que supone una ayuda para los pilotos en misiones de larga duración. Una característica que se añade a la compensación de los movimientos durante el uso de la visión nocturna, una cuestión que siempre ha sido una desafío. El casco ofrece mucho mejor balance que las soluciones actuales durante las maniobras con altas fuerzas G, y reduce las presiones en el cuello del piloto durante las mismas.

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